menu

17 diciembre 2007

SEGUIR























Cuando personas que pueden
mover de su sitio nuestros
corazones se marchan o salen
de los 180 grados que de una
ojeada podemos controlar, se
nos puede agrietar parte de
lo que en principio pensábamos
bien edificado, pero no significa
que por esas grietas vayamos
a caer al suelo, la cabeza alta,
la mirada fija en un punto mas
allá del horizonte nos delatara
el camino a seguir...
Y cuando regresan la paleta de
colores se queda pequeña para
plasmar en el lienzo de nuestra
vida con autenticidad todo los
escalofríos de sentimientos
que recorren nuestro cuerpo...
Es como volver a sentirnos vivos
después de ese aletargamiento que
nos impuso su marcha,es volver a
encontrarnos de nuevo con una sonrisa,
es volver a destellar el brillo en
nuestras miradas. Altibajos que
configuran nuestro disco duro de todo
lo que gira a nuestro alrededor y que
debemos aprender a dominar...

No hay comentarios:

Publicar un comentario