menu

18 enero 2008

DORMIR

























Entre el recuerdo y el cansancio que van dejando

todas esas flores marchitas a ambos lados de mi

destino, la oscuridad se torna espesa y copiosa,

abro los ojos y encuentro en mi cama repleta de

nadie, alboroto de sabanas que solo saben decirme

que mi soledad vino a buscarme hace tiempo. Desliza

el insomnio sus manos sobre mi frente negandome los

sueños, murmurandome con burla al oído que todo se

lo debo a el. Y mientras tanto no dejan de girar a

mi alrededor todos esos recuerdos que en blanco y

negro atosigan mi cabeza, de fondo ese gotear del

segundero, incansable, incombustible, martilleando

cada centímetro del silencio. Siento la asfixia como

va llegando poco a poco, empezando desde dentro y

conspirando hasta poder conseguir una muerte lenta,

una muerte certera. Incoherencia de recuerdos que

van desvaneciéndose, ya no son ni en blanco ni en

negro,van dejando de desfilar a medida que el sopor

va destruyendo mi consciencia, adueñándose de cuerpo

y alma, transportando sin esfuerzos mas allá de la

vida toda mi independencia, todo me pesa, apenas puedo

controlar mis sentidos, menos aun mis movimientos, de

nuevo vuelve a sonreír la ingravidez,no puedo dejar de

preguntarme si duermo o tal vez muero un poco cada noche...

1 comentario:

  1. A lo mejor dormir no es vivir porque no le sacamos un provecho material. Pero la vida nos hace dormir y más que nos hará. Y si no se puede dormir, se está, revolviendo sábanas, a dúo.

    ResponderEliminar