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13 octubre 2010

TRECE DE OCTUBRE


 No se si enlazo tiempos, si difumino espacios, no atino a proyectar las secuencias reales en la distancia, pero mi cabeza se empeña en recopilar recuerdos, agolpándolos en un mismo contexto, y como cada trece de octubre, quiero recordarte también, a través de la virtualidad...

 Me vino a la cabeza mi primer día de colegio, aun no había digerido el cambio a la gran ciudad, aun recordaba los rincones de mi mas tierna niñez, recordando a los amigos que se quedaron atrás,en el pueblo donde nací, mas no había vuelta atrás y agarrado de mi hermano, camino a la escuela, tu imagen preocupada, se hacia cada vez mas pequeña,perdiéndose poco a poco en la distancia.

Sabia que te dolía tanto como a mi, dejarme, como dejarte,siempre andaba pegadito a tus faldas, donde ibas, iba yo, cuan perrito fiel a su dueño y lejos de molestarte, disfrutabas del momento como si fuera el único,como si fuera, que lo era, lo mas importante, nunca te oí reproches, te miraba, me mirabas y era suficiente motivo para sentirme el niño mas feliz.

Iba hecho un pincel, aseado y bien perfumado,ropa limpia y bien combinada, aunque heredada de mi hermano mayor, es lo que tiene ser el pequeño de la casa y aun así, nada importaba, siempre nos hiciste sentir bien con lo que teníamos, para que mas, si lo importante era la felicidad del cariño compartido.

No podías acompañarnos, el cambio a un nuevo lugar traía consigo que tuvieras que trabajar, impidiéndote llevarnos al colegio y confiar en que mi hermano, tres años mayor, fuese lo suficientemente maduro como para responder a la situación.

 Con apenas siete años, todo parecía gigantesco,mi frágil memoria  apenas podía reconocer el camino al colegio, aun habiéndolo ensayado dos veces el domingo anterior, así que me dejaba llevar a sabiendas de que mi hermano,lo haría mucho mejor que yo. mientras caminaba absorto y perdido en la preocupación de no tenerte a mi lado.

El primer día de colegio ni fue bien, ni fue mal, simplemente no existió, ya desde pequeño me costaba integrarme facilmente con los demás, siempre necesite del primer empujón para poder despegar y volar. Añorándote, se hizo eterna la mañana, solo quería estar contigo y no había otra cosa que pudiera distraerme o me importara mas.

De regreso a casa la felicidad crecía, el brillo en la mirada tendría que ser especial, por que mis deseos se iban a hacer realidad, el reencuentro no tenia que tardar mucho mas, ansioso, ahora era yo, quien tiraba de la mano de mi hermano, quien aligeraba el paso volviendo nervioso a casa.

Antes de llegar, tu silueta reconocible en la lejanía,llenaba de gozo mi corazón, la larga espera había merecido la pena y ningún mal día podía enturbiar el volverte a abrazar . En un rápido ademán, pude soltarme de la mano y emprender la carrera a tu encuentro, te veía sonreír, me veías sonreír corriendo hacia ti completamente ensimismado, cuando de repente tus manos en la cabeza y tu cara de terror, precintaron mis ojos.

Caí al suelo y tras un par de volteretas en el suelo, producidas por el golpe proporcionado en el envite de aquella bicicleta, a la que había interceptado en mi algarabía, producía en mi una ligera perdida de conocimiento y multitud de heridas en la caída, desperté entre tus brazos,con las lágrimas recorriendo tus mejillas.

Recuperándome, te quise secar las lágrimas, y sonreíste para dejar de llorar.  Aquel hombre, el de la bicicleta, te pedía disculpas mientras que con el pañuelo trataba de contener la sangre que brotaba de mi mal herida rodilla.

El hombre visiblemente alterado,  no dejaba de gritar, no se preocupe, no se preocupe señora, esta conmocionado por el golpe, tiene que llorar, tiene que hacerlo, será buena señal...

Pero no llore, estaba en tus brazos y aun sintiéndome condolido por los golpes del atropello, nada ni nadie podía deslucir mi felicidad.

Ahora si estoy llorando, hoy hace dieciséis años que marchaste hacia otro lugar, puede ser una tierna locura o quizás una grave enfermedad, pero siento que aun estas, puedo hablar contigo, puedo sentirte cerca, aunque físicamente ya no estés, no importa, por que siempre a mi lado estarás, por que recordarte en los desvaríos de mis recuerdos, hace que pueda mantenerte a mi lado...




11 comentarios:

  1. Que bella es esta carta a tu madre, la leo conmovida, mi madre también se fue hace unos años y aun hoy tengo dolor, remordimientos, no sé si fui una buena hija no lo sé, pero siento que ella ya perdono mi actuar, desde el infinito me abraza como tu madre, que ahora mismo está junto a ti abrazándote, defendiéndote de las cosas que puedan dañarte, amigo felicitaciones, ella estará orgullosa de tan bello homenaje, gracias, es como si fuera para ella también.

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  2. Eres una persona afortunada por tener buenos recuerdos. Lo más hermoso que queda en esta vida, la herencia mas valiosa que nos pueden dejar son los buenos recuerdos, te felicito por esta herencia no todo el mundo la tiene.
    Un saludo.

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  3. Enhorabuena Onubius, mi madre cuando nací sufría demencia senil y no tengo recuerdos. Siempre la echare de menos porque nunca la sentí como tal. Me faltan esos abrazos, esas palabras, esos gestos y los lleno con la dedicación a mis hijos para llenar ese vacío. Un abrazo

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  4. Los que hemos perdido la presencia irreemplazable de nuestra madre la llevamos presente en el recuerdo. Es un hermoso sentimiento el que te anima a decir lo que sientes y eso te hace grande y dulcemente humano. He llorado junto a tus lágrimas , muy conmovedor y emocionante. Un inmenso abrazo.
    Visita también Alas azules. Gracias.

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  5. Ay!
    Leer esta carta...ufff,me ha traido a la memoria a esa que también perdí hace(qué curioso)la misma cantidad de años;un dos de septiembre.
    Y cosas de la vida,tus vivencias y sentimientos se asemejan mucho a los míos.
    Yo también era y soy la pequeña,la que iba hecha un pincel de la mano de mi hermana,la que añoraba volver al regazo de mi madre y ver su sonrisa,notar su abrazo.
    La echo tanto de menos en tantos momentos!
    Es sencillamente hermosa,cargada de un amor incondicional que nada a través del tiempo y el espacio y nunca,nunca se ahoga ni ahogará en el olvido.
    Un beso.

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  6. Bellisimo y sentido Homenaje.

    Te dejo un beso, con afecto

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  7. me he emocionado :)

    gracias, no se que decir.

    1 abrazozzzz

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  8. Sín palabras..
    tan solo Abrazusssssssssssss

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  9. Me uno a ti con esas lagrimas que ahora mismo caen sobre mi rostro ,cada palabra ,cada recuerdo me revive el mas apreciado recuerdo de mi madre ...

    No es de locos y si es asi yo estoy para que me encierren pues el recuerdo de la persona mas importante en mi vida sigue en mi dia a dia ,sus palabras son ecos que me acompañan cada segundo ...

    Gracias por recordar esos momentos que se hacen eternos y siempre estaran en nosotros porque jamas moriran siempre que las llevemos en nuestro recuerdo ...

    Esta noche me diste vida ...gracias de corazon ...
    UFFFFF muakssssss

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  10. Llorar es la indicación más certera de que estamos vivos, de que somos sensibles, de que estamos aprendiendo. Por otro lado, a pesar de las tristezas y ciertas ausencias, siempre somos capaces de cristalizar esos recuerdos significativos, que nos han hecho crecer.
    Abrazos!

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