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09 julio 2011

EN VOZ BAJA LA INQUIETUD







Necesito ser mar incisivo, penetrar mas allá de la dermis, de lo políticamente correcto e intentar descubrir el maleficio que alborota mis entrañas, enterrando el ruido y solucionando el umbral de la desesperación.

Regalo mi dialogo visceral, el contorno de mis locuras y el significado que transcribe la interpretación en soledad de tantas y tantas batallas que revolucionan el estado catatonico que alberga la intención de solucionarlas.

Frotando la capacidad del sufrimiento ajeno, cuan lampara hechizada que anhela el cumplimiento de sus tres deseos, versos ensordecedores, lágrimas compitiendo por llegar en primer lugar al suelo, interpretando la vergüenza de saberse impotente ante la caída.

Hay momentos que ansió tranquilos, inmovilidad de la carne, impenetrable el corazón, acorazada el alma, bella durmiente la razón y estrepitosa la sin razón que cae sin rumbo ni velocidad prescrita por ninguno de los sentidos.

En voz baja la inquietud, inimitable sensación de ingravidez en el duro asfalto abrazado a la piel, arrastrando la confirmación de reconocer que mas bajo no se puede caer, no soy egoísta ni intransigente, pero eso da igual, acabare siendo tachado de incompetente.



1 comentario:

  1. NO, si resurges, si eres capaz de levantarte sin demasiados aspavientos y sin dar demasiado el coñazo a los que te rodean

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