La curvatura de mis emociones me declaran la guerra
abiertamente, vasos que una y otra vez vuelven a llenarse después del vaciado
existencial, trajín inconfesable o quizás innombrable, no hay racionalidad que
evite la desesperación, no hay gestos que acondicionen los remolinos que
agotados, acaban por desmoronarse ante la evidencia, y es que la vida es un espectáculo
sabiamente dirigido a hacernos creer que somos felices, que somos parte del
engranaje adinerado, destellos maltrechos que no entienden por debajo de las
narices, multitud de requisitos son imprescindibles, algarabía de logros en la sartén,
propiedad indiscutible mientras el oro de papel siga pagando las facturas, pin pan pum...fuego, arde el demonio de la
avaricia, estrellándose sin pudor cada pedacito codiciado, fragmentos
acondicionados para poder ser lo que no somos, mientras aquellos que son como
son siguen dándole a una sonrisa el valor que se merece sin temor a quedarse
sin nada.
Mi abuela siempre decía,,,,
ResponderEliminarNo es más feliz quien más tiene, sino el que menos necesita.
volveré
La avaricia y toda la maleza humana siempre seguirá ahí, mientras sigamos bajo el mismo círculo, no esperemos que los demás hagan algo, no supeditemos nuestras actitudes, empecemos por nosotros mismos.
ResponderEliminarUn cálido abrazo y lindo Finde !!!
Y sin tener en cuenta la fecha de caducidad que es lo malo... Bien expresado amigo, me gustó tu pin, pan, pum!! Bss...
ResponderEliminarporque de hcho no hay racionalidad que responda todas nuestras preguntas...
ResponderEliminarEstimado tal vez las cosas no son perfectas y tal vez ese sea el sentido y el aprendizaje que necesitamos, en medio de tanta imperfección siempre habrá una razón para seguir y siempre hay un motivo, que es solo cuestión de querer ver y hacer lo que mejor se pueda cuando se pueda valorando lo que se tenga al final esa es nuestra tarea pues solo vamos de paso, cuídate, cariño a ti.
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