La ingravidez de los sueños tiene un limite de tiempo, la metrópolis
de los sentidos acabaran sucumbiendo al destierro, es justo reconocer que nada
es para siempre, aun confesando que a tu lado el aliento no es necesario,
idolatrando el centímetro de todos los colores que enmarca el jardín de tu piel
o los aromas de tu generosidad, si todo ello faltara algún día, sueño a sueño
guiados por la ingravidez, en su efecto domino, iría al suelo de la desesperación,
desapareciendo del contorno de la vida con tu ausencia.
Estoy segura que aquello no ocurrirá, solo tienes que cambiar la palabra ausencia por esencia, y vivirá eternamente a tu lado.
ResponderEliminarUn cálido abrazo de mariposa y besos al viento.
Diana
Por eso hay que regar a diario el jardín y una buena hidratante a la piel, mejor aceite de oliva para todo ¿tienes o te mando? Bss...
ResponderEliminarCada mañana la luz de sentirte vivo, ya te riega el jardin de tu vida...los sentimientos hacia alguien son las flores que nos regalan el color...si son compartidos el aroma llega a nuestro alma y nuestra mirada ilumina todo el entorno..
ResponderEliminarNo se creo que me he liado un poquito..es lo que siento.
Mil besos.
INDIA.
Y sobre todo abonar cada temporada ese vergel que nos aporta la vida a su lado, para que vuelva a florecer en cada eterna primavera.........Un beso,me gustó
ResponderEliminares lo que tienen los aromas externos, que de vez en cuando hay que perfumar para recordarlos
ResponderEliminarsaludos desde el maestrazgomagico.blogspot.com
RAUL
Si la piel que se abraza
ResponderEliminarsiente eso que tu sientes
imposible que haya ausencia.
Un abrazo
Soñar es lícito...
ResponderEliminarpero dediquemos sólo un 10 % de nuestra mente a ese menester...
el 90% restante debe ser realidad y existencia.
Aprendiendo a sentir.
Un abrazo amigo.
Ausencia... Buen final
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