En continuas disputas,
con el olvido pegado
a las espaldas,
encalla el alma,
con la marea baja
de la madrugada.
Desbarajuste impensable
a lomos de la distorsión,
silencios acompasados,
gritos enmarañados,
ambigua la versión
de la distracción.
Locura de un sueño,
perdido en el tiempo,
blanca madreperla
buscando en la oscuridad
la magia de la luna llena
o el polvo de estrellas.
En la mirada, destellos,
en las manos, la espera,
deseado viaje al infinito,
escapando a los milagros
reinventando el camino
o quizás el destino,
para de nuevo, amanecer.
PD:
Sigue el día a día
intentando descubrir
los entresijos
del destino...
El destino se cruza en las miradas, escapando de los caminos.
ResponderEliminarBellísimo poema, un placer estar en tu blog.
Un beso.
Querido amigo, es un placer volver a leerte, te dire que aunque suene a topico el DESTINO esta escrito, jamas se podra descubrir, solo nos queda la espera..... un abrazo
ResponderEliminarDifícil, saber qué depende de nosotros y qué no...
ResponderEliminarQue amanezca es de por sí un milagro, viajar en el ignoto reinventando el camino es otro milagro, y de milagro en milagro la capacidad de maravillarnos acude al alma y brilla en la mirada volviendo mágicos los instantes mojados de luna llena, cualquiera que esté en tu destino es ya afortunado!
ResponderEliminarNo sé si podemos reinventar el destino, pero al menos podemos intentarlo...
ResponderEliminarAbrazos y buena semana
Los entresijos no son más que meras casualidades de las que a veces, ora nos damos cuenta, ora no... y así vamos destinados al fin...
ResponderEliminarPD seguir el día a día y ¿cómo parar? bss