Se pierden las batallas cuando no se digieren la palabras, cuando no se acepta la realidad y ahí esta, cabizbajo, impuesto obligado a pensamientos de vaivenes que complican el falso destino, las manos en los bolsillos, el cielo como sombrero y la brisa como desabrigo, caminando de un lugar a otro, depositando la planta de sus pies desnudos como tributo a sus continuas locuras, intentando ser comprendido a pesar de exponer su verdad y soñar, sueña con el malecón de su timidez bajo el cielo azul y las caricias del mar devolviéndole lo que no es suyo, la levedad del ser y estar, bajo el tintineo de supuestas conjeturas, se va agotando la fe, esperanza descafeinada, sin encontrar la salida a lo que siente y tras la aparente quietud devuelta por el reflejo desconocido de cualquier escenario donde quieran que interprete lo que no es, allí se encuentra un alma solitaria, la suya, que no accederá a venderla por nada del mundo...
PD:
Difícil es ser tal cual,
andamos pisando la vida
de cualquier otro
menos la nuestra,
sin darnos cuenta
que vender el alma
implica perder
el sabor de vivir
la verdad...
Se pierden batallas, pero no la guerra!
ResponderEliminarLa honestidad y la autenticidad son las mejor armas para enfrentar la vida con coraje y valentía.
Besitos de mariposa, Josh!!!
Para encontrar tu camino no es necesario venderle el alma a nadie...Ser auténtico no es tan difícil....La verdad de prepo duele pero prolongar la mentira daña más...Un abrazo...
ResponderEliminarEstupendo el post que nos has dejado muy buena reflexión saludos desde…
ResponderEliminarAbstracción textos y Reflexión.
Hola Josh
ResponderEliminarCuanta razón llevan esas vivencias, las palabras pueden hacer daño o construir un camino. También es cierto que siempre observamos lo externo, no así lo interno.
¡Un abrazo!
Niño, pero es que somos algo monos, digo chimpancés, digo... bueno, eso que estamos siempre expurgando al vecino, ja, ja... sí, mejor nos iría si viviéramos cada uno nuestra vida y saboreásemos tus letras... Bss
ResponderEliminarPD ... que no, que no te he encontrado ninguna pulga, ja ,ja...