Perdido igual que un niño a pesar de los años transcurridos, la mirada desorientada en esta noche estrellada donde la vorágine de este mastodonte urbano me advierte de la soledad entre todas esas luces que no dicen nada, buscando una salida entre la multitud que a lo lejos pareciera invadir el espacio vital para poder sentir la libertad e intentar respirar aire puro para poder despejar la mente abarrotada de sinuosas expectativas, añorando frías noches de invierno recorren las gotas de sudor el semblante en esa calma en la que solo se escuchan recuerdos martirizando la ausencia, caminando con rumbo desconocido y deseando encontrar el saliente que no produzca vértigo, facilitando variopintas excusas con las que refrescar futuros deseos, descansar si es que me canso, respirar si es que me ahogo, descalzos los pies y desnudándose el alma...
pd:
Todo sea
no perder
la niñez
por el camino...