Nunca he hablado de ti y sin embargo, no he dejado de pensar en ti, ya tienes nombre, te llamas David y aunque me cueste imaginar tu llegada, estarás aquí, en breve, revolucionando nuestro vivir, bienaventurados somos esperándote, bienaventurados somos de recibir la alegría que representas, contagiados de tu existir, no alcanzo a discernir tus facciones, tu mirada o tu nariz, mas no importa, si bien has de venir, la algarabía de las estrellas se hacen sentir, la luna prepara su cuna para mecer y permitir que en tus sueños puedas percibir el cariño de los que estamos aquí, esperando la buena nueva que siga haciéndonos sonreír, llorar o emocionar, que importa, si cada milímetro de nuestro vivir estará dedicado a ti...
pd:
una vida nueva
revolucionará
con alegría
nuestro
alrededor...