Poeta de guardia que entre las sabanas dormita, ensortijando caricias a golpe de palabras, entre el sueño que gravita, a la vanguardia de los versos que agita ese corazón indemne a la oscuridad infinita, a la temperatura que desorbita la templanza de la piel que acaricia, poeta de guardia en el estado que precipita la piel que le exita, no basta saber que la parte contraria le imita, mas solo necesita sentir que su piel habita la mágica sensación descrita, la de sentir su alma pegadita al contorno del universo que habilita el poeta de guardia para tenerla cerquita...
pd:
A veces no basta
con recrear el infinito,
hay que vivirlo...