Escondido entre paréntesis, bloqueado por los avatares impertinentes, esperando de nuevo el amanecer, otra oportunidad, tras la oscuridad, en orbita la necesidad de hacer horas extras, de recapitular para volver a empezar, allá donde habitan el desafino de los sentidos, deseosos de estallar, de sobrevivir a los infortunios, al presidio de la imposibilidad, entre el infinito y la cercanía, incapaz de medir la longitud de los sueños, no hay línea recta, no hay principios, no hay final, tan solo la continuidad, interrumpida...
pd:
No siempre se puede estar
o hacer lo que uno quisiera,
pero las ganas no faltan...
Te siento...
ResponderEliminarLa vida no se detiene y no siempre como a nuestro gusto viene, pero tú mismo lo dices, no siempre se puede hacer lo que se quiere.
ResponderEliminarUn saludo desde la isla