Intentó cerrar la puerta de sus recuerdos en el contoneo del tiempo, acallar los versos danzando en sus pensamientos y permitió que su decisión abandonara lo perfecto, para adentrarse en la marabunta de lo incorrecto, desafío dimes y diretes, alquimista engullido por su propias directrices y en el membrete, el nombre incompleto de sus cicatrices, precipicio del miedo ante el destino de sus matices, intento cerrar la puerta de sus recuerdos y solo encontró el dolor de su desesperación...
pd: los recuerdos no dejan de amontonarse...
Como si fuera mío...
ResponderEliminarDuele la nostalgia que viertes en esos versos . ¡ Saludos!
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