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27 mayo 2015

EL MOMENTO








             
            Retozan a sus anchas los aguerridos zumbidos envalentonándose a través del reguero que circula por nuestras entrañas, parecieran dueños del universo y en cierto modo lo son, el de nuestro yo particular, intransferible,  como punto de partida, como punto de encuentro entre los sueños y el tiempo, mas allá de lo que nuestra mirada es capaz de alcanzar a dilucidar, a suponer o superar como importante, como necesario o innecesario, trajín de palabras invocando la necesidad de orquestar lo que no podemos ver, lo que no podemos imaginar, recrear o tergiversar, la vida, como la muerte es importante tomársela como viene, no hace falta discutir, hay que vivirla, morirla, como si fuera siempre, lo último que hacemos, posiblemente este segundo sea el último, disfrutémoslo y no lo malgastemos en pensar como será el siguiente, cuando lleguemos al siguiente, el anterior habrá desaparecido...



pd:
Vivir el momento,
 disfrutar el momento,
 porque dejar de hacerlo
 si no volveremos a vivirlo...





2 comentarios:

  1. Una y otra vez soy de las que me repito eso de "vivir el momento", no es fácil, tengo a mi alrededor circunstancias que por unas cosas y por otras me lo impiden. Al final pienso que me conformo con preocuparme lo justo.
    Saludos afectuosos

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  2. Y cuándo dejaré yo de escuchar esos malditos zumbidos...

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