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04 junio 2015

PARAR EL TIEMPO








                   No dudo que tenemos la capacidad de parar el tiempo, no el de los relojes de cuerda ni tampoco los de arena, somos nosotros y nuestra necesidad de alargar el momento cuando estamos al lado de la persona amada que conseguimos pararlo y bajarnos sin esfuerzos de ese tiempo que atestiguan los segundos, solo existe la mirada, el contacto de la piel con su piel y no hay esfuerzos, no hay dificultades, tan solo el momento que consigue interponer el relajo, al del ajetreo del tiempo, este no descansa, no da su brazo a torcer, tras un segundo viene el siguiente y tras este, uno nuevo que envejece al anterior, pero a veces no cuenta, no suma, solo un salto que deslumbra, un sueño que convence, un duelo penitente y una prosa delirante que consigue saciar el beso incandescente de no depender de la agujas del reloj...

pd:
 no es fácil, 
pero parar el mundo 
y bajarse de él,
 a veces es posible...





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