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27 septiembre 2015

SIN DECIR NADA









              Sin decir nada, lo digo todo, no hace falta sentirme el centro del mundo, solo quiero contemplarlo, desde lo más alto, un mundo a mis pies, tan pequeño o tan grande como la mirada me permita alcanzar, no habilito la prepotencia, tan solo quiero ser un simple observador intentando acaparar el esplendor de un amanecer, los susurros de un atardecer, porque allá en lo alto se tiene que ver todo mejor, quiero sentir los escalofríos que recorren mi espina dorsal, la adrenalina desbordada en cien mil formas distintas, capaces de ahuyentar el canto empedernido de la oscuridad y sin saber cómo interpretar las ganas de volar, me dejo llevar por el viento, a su merced, intentando desobedecer las leyes de la gravedad, con esa libertad que solo te da, la posibilidad de soñar.



pd:
A veces se necesitan de las alturas
 para poder contemplar 
desde otra perspectiva 
 aquello que no se ve con claridad...






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