Mantener el tipo ante esta situación
es armarse de paciencia,
solo así seré capaz de llegar
donde no se llega con la ansiedad
pegada a los huesos, sin duda es el constante ajetreo en el que vivo normalmente, el que me arrastra sin medida, obligándome a dejarme llevar
por las prisas, sin pararme a pensar,
mientras girando a mi alrededor,
las ganas se diluyen en disfrutar
de lo que realmente importa...
PD: Es lo que tienen las prisas...