Una y otra vez levitan mis sentidos, danzando en callejones solitarios donde la gravedad consigue hacerme de nuevo caer.
Oscuros secretos y claras intenciones al son de oxidados cascabeles, logran descomponer las luces y sombras del atardecer.
Suelas gastadas en tiempos desmedidos girando a mi alrededor por el suelo erosionado de tanto recorrerlos una y otra vez.
Resuelto el trabalenguas, completado el puzle y saliendo del laberinto, solo me queda completar la ruta de los sueños imposibles.
Para volver una y otra vez.
PD:
Pura y dura realidad,
la de conquistar la posibilidad,
la de
aterrizar y levantar
una y otra vez
sin
desfallecer…