08 septiembre 2019
DEJAR VOLAR LA IMAGINACIÓN
09 septiembre 2016
DEL REVES
- pd: incomprensible, desde el movil y del revés...
01 noviembre 2011
NADA RESULTA FACIL
Nada resultaba fácil, me temo que llegamos al punto extremo donde ni siquiera era posible hablar del tiempo, mucho menos de la importancia de las cosas, de lo banal, de lo absurdo, de hablar por hablar, mucho me temo que la flor se marchitaba con tu ausencia, cuando el sonido de tu voz tendía a desaparecer de mis oídos, el vacío ya se había hecho dueño del lugar, por eso no podía permitir tu marcha.
Siempre has sido la persona con la que quería estar y de pronto, mis malos augurios parecían dar por terminada la continuidad, en una noche oscura como esta, contrariada de tanto pensar, entre bambalinas de cristales agrietados, tal vez, por el uso convulsivo del lagrimal, no soportaba la idea de perder tus caricias, no quería que acabase siendo aquella extraña relación nunca olvidada, pero perdida en el tiempo para siempre jamás.
No ambicionaba una relación para arraigarla bajo la piel con temor a ocuparla de por vida, sino para hacer de la complicidad lo primordial, siempre me gusto pensar que eras tú quien me soñaba, quien me inventaba universos en un abrir y cerrar de ojos, cuan loco maravilloso y sin remedio, pero encantador, frío cuando querías despertar en mi los celos, caliente cuando querías embaucar mis emociones y agradecida a todas tus leyendas me dejaba llevar, pero fuiste incauto al pensar que eran otros y no yo, quien te trataba de salvar.
Ahora cambiaran mis luces cuando entre luciérnagas moribundas te pueda fácilmente encontrar, todo este tiempo se hizo realmente difícil, cuando sin querer la despedida salió de tus labios, pero veras que ya no lo es, todo ha cambiado ahora que mis sueños por fin están a mi alcance, me deleitare en la osadía de volverte a saborear, nada podrá por fin, resquebrajar la cercanía, nada entorpecerá la solución ni la ambición de ser feliz, muy feliz, a tu lado cobrara de nuevo vida la oscuridad.
No te preocupes mi amor, la sangre desaparecerá, no te faltara mi calor, a mis ojos eres la perfección, no habrá lunas que mencionen tu nombre, ni asfalto que recoja tu sombra, ya nadie podrá separarte de mí, ni siquiera las telarañas cuando el tiempo platee la locura que otros puedan pensar que hice por ti, cuando mientan diciendo que la vida de cuajo, te arranque...
12 julio 2011
MARIO
Se le intuía unos ojos gigantes, impresionantes, cuando el azul de cielo se pudiera reflejar en ellos las nubes dejarían de existir, pensé que no seria de extrañar que al abrirlos de par en par se pudieran comer el mundo sin demasiada dificultad.
Se le veía lloroso, triste, como fuera del lugar donde querría estar, no pude remediarlo y me acerque junto a el, le pregunte que le pasaba, si se había perdido, me miro con sus grandes ojos y mientras rodaba por sus mejillas un par de lagrimones me contesto que estaba triste.
Soy muy malo para esto de las edades, pero me pareció que tendría alrededor de los cuatro o cinco años, en sus manos portaba un pequeño coche, rojo metalizado, con todo lujo de detalles, un coche en miniatura que por un momento pensé, eso si que era un coche y no los de mi época.
Me senté a su lado, de frente a la carretera, ni siquiera se inmuto, el fluir interminable de los coches eran el testigo alocado de la secuencia. Tras unos segundos y mientras seguía sollozando le pregunte por que estaba triste. Por que no tengo con quien jugar, me contesto. Mi hermana no quiere jugar conmigo, dice que soy un pesado.
Bueno, no hay que tomárselo a mal, suele pasar que los hermanos mayores se cansen de los pequeños como nosotros, le dije. Por un momento dejo de sollozar y mirándome cómplice me pregunto. Tú también eres pequeño… No tanto como tu, pero si, de los dos hermanos, yo soy el mas pequeño. Y también te ponías triste si no jugaba contigo, volvió a preguntarme. Si es verdad, en realidad me ponía triste con bastante facilidad, no hay que avergonzarse de ello.
Me vino a la cabeza ese niño que fui, un niño de mirada triste, aun sigo conservando en la mirada esa tristeza, en parte debido a mi miopía, por otro lado a mi extremada timidez, al continuo ir y venir de mis desavenencias con la vida y mis desbarajustes que se salen de lo normal.
Como te llamas le pregunte. Mario, me contesto y a su vez quiso saber mi nombre. Jose le dije. Sabes Mario...que..., me contesto, a veces, proseguí, debemos conformarnos con estar en soledad, pero no por eso debemos ponernos tristes, necesitamos ser el jefe de ven en cuando de nuestro mundo particular, por que no juegas con ese pedazo de coche y te diviertes como se que lo haces cuando eres feliz, seguro que cuando tu hermana te vea divertirte, se acercara a ti y querrá jugar contigo.
Tú crees que lo hará, me pregunto. No siempre resulta Mario, pero al menos te lo pasaras en grande jugando y seguro se te olvidara estar triste en un abrir y cerrar de ojos, este coche tiene pinta de correr mas que uno de verdad y si tu hermana viene, también se lo pasara genial, seria estupendo, no crees...
No se si vendrá, musito. Tu hermano viene cuando te ve jugar solo, me pregunto, no siempre Mario, no siempre... pero no por ello vamos a dejar de quererlos no...termine preguntándole. Nooo..., contesto, pero ella siempre quiere jugar a lo mismo y quiere ser siempre la que manda...Si Mario, es lo malo de ser los pequeñajos, que los mayores siempre creen llevar la razón, pero no te preocupes, seguro que siempre hay algo que guste a los dos, algo que poder compartir...
19 octubre 2007
ROMANCE
Siempre había sido alguien especial, muy responsable
pero a la vez divertido, alguien que llenaba las fiestas tan solo con su
presencia, alguien que siempre tenía una sonrisa en la boca, por eso no
entendía muy bien su cambio de actitud, poco a poco se iba convirtiendo en un
demente, tan pronto lo veías reír como llorar o simplemente buscando trufas en los árboles...
Pero lo que más llamaba la atención era su falta de equilibrio, de
coordinación y percepción de la profundidad, como si fuera atáxico, no en vano
aquel día en el parque de atracciones cuando intento darle de comer al
chimpancé por poco se cae de bruces contra el suelo, pensando que así estaría
más cerca del animal, o aquella otra vez con la botella de vino y el
sacacorchos, que no atinaba abrir debido a sus movimientos compulsivos, como si
estuviese temblando de frío...
Realmente no sé lo que le estará sucediendo al
pobre Miguel, pero si me gustaría que no fuera nada, me gustaría verlo haciendo
tonterías como cuando se ponía la peineta en la feria, como cuando nos hacía
reír sin ganas porque estábamos pasando una mala racha, un mal día...
El mal día ahora parece tenerlo él, y tenemos
que hacerle reír aunque no quiera, aunque no tenga ganas, porque su romance con la vida, no puede terminar así, tiene que
seguir viendo lo que está girando a su alrededor...