El tiempo no existe,
nos empeñamos en medir
nuestros recuerdos
como si pudiéramos
hacer del encuadre
una imagen perfecta
del mar y su oleaje.
Apuntalamos los segundos,
describimos los minutos,
pasan las horas y los días
como si fueran imaginarios.
El tiempo no existe,
se desvaloriza al compás
de tendencias mundanas
como si pudiéramos
manejarlo, moldearlo
o asimilarlo a nuestra
imagen y semejanza.
Ambicionamos el tiempo,
maltratamos su efecto,
oponiendo resistencia,
tratando de dominarlo.
El tiempo no existe,
nos empeñamos en llevarle
la contraria, luchando
contra sus predicciones
hurgando en sus convicciones
como si pudiéramos hacernos
eco de sus emociones.
Manejamos la naturaleza,
interpretamos la alternativa
construimos la perspectiva
como si fuéramos dioses.
El tiempo no existe, somos
nosotros y nuestros recuerdos
quienes lo interpretan como
mejor les parece...
PD:
Girando a mi alrededor
se deja llevar por El Jardín,
porque tiene razón,
el tiempo no existe,
somos nosotros quienes
no sabemos administrarlo
y quizás por eso
Girando a mi alrededor
se deja llevar por El Jardín,
porque tiene razón,
el tiempo no existe,
somos nosotros quienes
no sabemos administrarlo
y quizás por eso
consiga dominarnos...