No me obsesionan los números, no es algo a lo que preste demasiada atención, pero es cierto que de vez en cuando, me pongo a resolver cómputos que llegan a mis manos y se me va la cabeza, no en vano llevo casi cinco años en este rincón girando a mi alrededor, según Blogger, 726 entradas, 8.105 comentarios, una media de algo mas de 11 comentarios por entrada, un montón de buenos amigos y a instancias del post anterior, un sin fin de letras compartidas, llenando buenos momentos e implicandome con tanta y tanta gente a la que admiro sin contemplaciones, que bien merece la pena no perderse en los suburbios que nos imponemos, es bueno pararse, respirar profundamente, cotejar las posibilidades y los logros, resumir los intentos, asumir los fracasos y reflexionar a partir del momento en el que se decide abrirse en canal para sacar a relucir los entresijos escondidos tras la timidez de no poder o saber encauzar las ganas de compartir, a nadie le amarga un dulce y aunque no se venderme lo suficientemente bien como para delegar en mi la venta y llegar a buen puerto, si es verdad que la magia me hace sentir los escalofríos a mi alrededor, que los números, números son, que la complicidad llena el corazón, que los sueños también se hacen realidad y que la ventana fluorescente de la virtualidad abierta de par en par al mundo, revoluciona el concepto de la cercanía, un, dos y tres, volvería de nuevo a empezar, una y otra vez...
PD:
Reinventarse
es la mejor opcion
para continuar...