Aquellos recuerdos sonaban a ecos perdidos, empapelando sus sentidos, perfilando el verso de lo prohibido, mas no había secuencias suficientes para rellenar el olvido, para reinventar lo sucedido, de tanto en tanto suspiraban los encuentros consentidos, entre laberintos de lo escrito y confianza en lo acontecido, de tanto en tanto se sumaban los abrazos recogidos en pequeños frascos recibidos, de puertas abiertas a lo desconocido y de tanto en tanto se mostraba decidido a continuar prestándole oídos a lo vivido, entre luces y sueños acaecidos bajo el auspicio recibido...
pd: sin tiempo material,
pero intentando
agarrarme
a la necesidad
de seguir escribiendo...