SOBRE MI MISMO

Dilatados los ojos, expresiones de miradas

perdida, fijas en algún punto inamovible,

rotas de contemplar el atardecer sin sol,

deseos imperiosos, predominan el paseo por

el asfalto,aquel que un día fue su morada,

su esclavitud.


Cuerpo que se deja malear por el viento de

sus sinsabores, susceptible de esclavizar

sus sentidos, devorando su imaginación,

contrarrestando el entusiasmo de seguir

adelante,aunque el puente con la crecida

del rio haya caído.


No quiere recapacitar, deja influenciarse

por el mal trago de un licor añejo,amargo

como la vida misma, embriagador como sus

sueños enloquecidos,embaucando todo los

movimientos anquilosados por la desgana.


Es lunes..., hacia tiempo que no digería tan mal

sus buenos propósitos,cuando todo parecía indicar

que dominaba sus mas explícitos defectos...

reaparece el tan temido portador del comienzo

de una semana sembrada de cruel monotonía.


Necesito amanecer en un lugar distinto,volar

por un cielo naranja, bucear en un mar de

algodones, correr descalzo por las nubes,

escalar una montaña de chocolate y planear

sobre mi mismo cuando giro a mi alrededor.