Subrayo la eterna ambición de querer domar al tiempo, ambigua relación sostenida de amor y odio empedernido, recalcitrante entretenimiento, desesperado por sobornar sus giros constantes a través de incautos movimientos que tratan de conocer sus secretos.
Minutos maltrechos e inacabados los segundos, a ras del mismo envite del punzar de su impaciencia, por convertir el presente en pasado y el pasado en olvido, días oscuros y noches luminosas entreveran los sentidos que van quedandose atrás.
Mientras, duerme la impotencia y le proporciona la ventaja suficiente para no poder seguirle el rastro, con la suficiente certeza de estar en el buen camino, hacia ese lugar que desconocemos, siendo fiel a su destino,se desprende de todo aquello que no le comprende.
Ritmo persistente el tic tac de su corazón, endiablados sus sueños para quienes no pueden seguirle, locos de atar quienes no admiten su reino tratando de arrebatárselo, meta inalcanzable de murmullos al viento,conquistando sin esfuerzos lo inimaginable y suturando a base de reloj lo que esta girando a su alrededor.
Y heme aquí desnudo de valor viendo pasar el tiempo, mientras mis constantes vitales acusan el paso de su señorío victorioso.