EN LA DISTANCIA

Tiene nueve años en su joven piel, mirada triste provocada

por sus gafas, inquieto, risueño, siempre quiere mas,

demostrarse que es capaz de conseguir lo que se propone,

superar lo que hacen los demás y esa felicidad que irradia su

carita cuando se siente admirado por los demás es cuando menos

espectacular, por eso siempre se acerca al peligro, para niños

mayores que él, llega tan solo a ser un pequeño riesgo, pero no

le importa, le trae sin cuidado, sabe que puede conseguirlo,

prefiere eso que quedarse allá abajo mirando como los demás

lo hacen. Hoy el juego trata de ser un poco Tarzan, de subirse

al pequeño muro ataviado de metálicas rejas que limitan el

patio del colegio, de ahí resulta mas fácil cogerse de las ramas

de los arboles y pasear su valentía un par de metros mas allá

de donde deja caer su delgada silueta que contrasta con las de

su amigos mayores que él. La adrenalina se deja entrever en

la fría mañana de ese otoño que empieza a dejar huérfano de

hojas aquellas ramas que le sirven de liana para sus juegos.

En principio tratan de ver quien es capaz de llegar mas lejos,

caídas, risas, caras asustadas, gritos y mas gritos cuando

consiguen sus objetivos, pero todo empieza por aburrir y hay

que intentar el mas por el mas, ya no se trata de ver quien llega

mas lejos, ya quedo claro, ahora además de saber quien llega

mas lejos, deben regresar al punto de partida, volver a poner

sus pies en el muro después del paseo por el aire que resulta cuando

menos complicado, pero empieza el turno, empiezan los mayores

y aunque no resulta fácil, algunos lo consiguen. El timbre

anunciando el final del recreo suena estrepitosamente en los

oídos de aquellos chavales que apuran hasta el ultimo segundo,

quedan dos chicos por saltar, por demostrar que pueden hacerlo,

saltan los dos a la vez, uno cae al suelo, no coge demasiado impulso

y queda balanceandose a medio camino entre el muro y el punto

mas lejano al que consiguió llegar. La sonrisa abarca su carita de

oreja a oreja por que él si lo ha conseguido, se siente especial, sus

compañeros alaban su proeza mientras encaminan sus pasos a clase,

decide entonces provisto de una locuaz valentía adquirida por los

vítores hacerlo una vez mas, y lo hace...y su regreso al muro de

nuevo propinan vítores de sus compañeros en la distancia, pero

algo falla, algo que no estaba previsto en el guión, la rama seca

por el otoño se rompe y su joven espalda viene a dar contra el

muro, los vítores pasan a convertirse en risotadas que se van

alejando y en su cabeza disipándose a medida que el fuerte golpe,

seco y doloroso sacude su espalda,cae sentado, sus piernas no

puede moverlas, menos aun sus brazos, la cabeza contra el pecho

y todos los sonidos desaparecen , con ellos la luz y por un

momento parece como si todo dejara de estar girando a su alrededor.

Tras unos instantes que le parecen eternos, abre los ojos, recoge

sus gafas como puede, de nuevo envuelven sus tristes ojos que

intentan derramar alguna que otra lágrima, pero las contiene,

como siempre lo hace o lo hacia, tenia que seguir siendo fuerte

y las lágrimas no eran el mejor camino. Se incorporo como pudo

y una vez de pie la altura confundía sus vértigos, el suelo parecía

inestable, sus fuerzas eran limitadas, pero aun así se encamino solo,

cruzando el patio en dirección a su clase, no adivinaba a dilucidar

que le dolía mas, si la espalda o que le hubiesen dejado solo. Intentado

mantener la compostura, balanceandose y condolido, lentamente y a

duras penas consiguió llegar a su destino, abrió la puerta de su clase,

el profesor le grito, sus compañeros se rieron, no podía...pero se sentó

en su silla, se apoyo como pudo en el pupitre para poder hacerlo y todo

paso a un segundo plano, las explicaciones del profesor y el murmullo

de sus compañeros quedo relegado a un segundo plano como la banda

sonora en el momento mas importante de la película. Su esencia

interior compungida no dejaba de llorar.Hoy en la distancia si

hubiese sido vidente o hubiese podido tener premoniciones seguro que

me hubiese percatado de lo que me espera a lo largo de mi vida,

la deserción en los momentos mas importantes de a los que siempre

he creido y llamado amigos....Por que ese niño se ha echo mayor,

sigue conservando la tristeza en los ojos y la cicatriz en la espalda,

en mi espalda...