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27 marzo 2025

¿CUAL ES LA VERDAD...?

 




    Cuando buscamos la verdad a través de un poema, es, como poco, un acto profundo, algo especial. La poesía tiene una manera única de expresar lo que muchas veces no podemos, o no nos atrevemos, a decir abiertamente.

Sentimos que andamos buscando algo esencial y verdadero en medio de un enjambre de emociones: el tacto, la sonrisa, la ausencia de tormentas o el nexo de unión con el huracán que agota nuestras fuerzas. Todo parece señalar el encuentro de una conexión auténtica en esos momentos que realmente importan, lejos de lo superficial, donde el alma se reconoce en el otro sin palabras.

Y la verdad, en este caso, parece estar ligada al deseo de eternizar lo efímero: la piel que no se siente, la sonrisa que tal vez anda perdida o está tan lejos que no puedes oírla. A veces, parece que el tiempo nos roba lo más valioso, pero quizá solo nos lo presta para enseñarnos a sentir su ausencia.

Quizás la verdad que buscamos sea la pureza de esos instantes, o tal vez el intento de comprender lo que significa realmente esa conexión humana tan íntima y única. En la poesía, la verdad no siempre es algo concreto o fijo. A veces, es la verdad emocional la que se siente más real que cualquier hecho.

O tal vez, la verdad que buscamos sea, precisamente, la sensación que queda cuando los momentos pasan, lo que permanece dentro de nosotros. Porque hay instantes que se desvanecen y sentimientos difíciles de acallar.

¿Crees que la verdad está en el recuerdo de esos momentos o en lo que esos momentos te hicieron sentir?

Deja que tu alma guíe tu camino, deja que el ruido se disipe, cierra los ojos y siente las puertas abiertas.



PD:

Deja que reine la calma...







16 marzo 2025

LAS MISERIAS DE LA SOLEDAD

 





Aislados, sucumbimos a las miserias de la soledad, fiel escenario de estos tiempos en los que vivimos.

La singularidad no puede ir acompañada de la temeridad porque, si así fuera, seríamos considerados otro loco más en la lista de la desesperación, en busca de una perfección inalcanzable.

Bailemos sin miedo en lo más profundo del corazón, olvidemos la sordera cáustica, enterremos las miserias, aunque acabemos exhaustos, sin aliento.

No podemos pretender salvar al mundo desde nuestro sillón ni empujar los llantos al abismo, la oscuridad desata la sinrazón, y el respeto deja de brillar en todo su esplendor.

Mienten las bocas cuando hablan de salvación, si no existe la consideración, no habrá consolidación ni siquiera el tiempo necesario para intentar una solución.

No basta con dejar de molestar al vecino: la paciencia secreta rezuma abandono, desacredita nuestra capacidad de socialización y nos convierte en ermitaños de la razón.

Aislados, asistimos a las miserias de la soledad, la misma que cierra nuestra mirada a la realidad.



Pd:

Aislados 

sucumbimos

 a las miserias 

de la soledad...







28 febrero 2025

MIRÁNDOME EN EL ESPEJO

 







Hay veces que, mirándome en el espejo, no reconozco al tipo que me devuelve la mirada.

Reconozco en él las ojeras del tiempo, como sombras permanentes, los labios partidos de morderme las palabras, el gesto torcido de quien ha aprendido, a fuerza de golpes, a tragar decepciones sin hacer muecas.

Hay días en los que camino sin rumbo, pateando colillas quemadas por el tiempo y viajando en sueños rotos de tanto usarlos, sintiendo que la ciudad mordisquea mi existencia y me escupe a la vuelta de cada esquina.

Y ahí sigo, pateando calles que se hacen recuerdos, con los bolsillos llenos de silencios, con la espalda que poco a poco se arquea bajo el peso de memorias sin nombres ni apellidos, de historias que nunca pidieron ser parte de mi equipaje.

El amor me pasó como un tren sin frenos, como esos que no paran aunque agites los brazos en la estación equivocada.

Y aunque siempre fui de subir tarde a los vagones, me quedé viendo cómo se iba, dejando un eco de risas y promesas oxidadas en los raíles.

Qué ironía, ¿no? Tanto aprender a querer para acabar solo, recogiendo las sobras de lo que fuimos, haciendo inventario de los "quizás" y los "ojalá".

A veces me duele el pecho, pero no es el corazón. Es el peso de los días, la losa de la rutina, la condena de los que sienten demasiado y entienden muy poco.

Porque el mundo sigue girando a mi alrededor, aunque me quede quieto, aunque quiera bajarme, aunque grite que ya no puedo más.

Y en el fondo, reconozco, con el paso de los años, que nadie va a detenerse a preguntar si sigo en pie o si me he convertido en otra silueta fundida en las sombras.

Pero aquí sigo. Así es la historia de los que todavía esperamos algo, aunque no sepamos muy bien qué.

Quizás me sobrevenga un golpe de suerte. Quizás tarareando alguna canción haga que todo duela un poco menos. O quizás, solo quizás, una palmadita en la espalda de alguien que no pida nada a cambio.

Porque la vida sigue, aunque a veces se sienta como un cuchillo sin filo que raspa el alma sin llegar a cortarla del todo.

Y aquí estoy, escribiendo esto como quien deja un mensaje en el contestador, sin saber si alguien llegará al final de la locución, sin saber si alguien me devolverá la llamada… o si el silencio seguirá insistiendo como única respuesta.





Pd:
Si llegaste hasta aquí, 
tal vez entiendas de qué hablo. 

O tal vez solo seas
 otr@ pasajer@ más,  
mirando por la ventana, 
dejando la vida pasar. 

En cualquier caso,
 gracias por leer estos susurros. 

A veces, solo con eso,
 los ruidos pesan menos...








04 febrero 2025

TU NOMBRE EN EL AIRE


 

Te pienso en esta noche fría, el viento de invierno araña cada rincón de mi camino y la calle parece un desierto. 

Te busco en los reflejos de los charcos, en los rostros que de vez en cuando pasan rápido, intentando encontrarte. 

No tengo más que palabras gastadas, ni siquiera un billete de regreso a tus ojos, a tus labios, a tus besos. 

Pero sigo caminando, sigo soñándote, como quien persigue la canción que no deja de resonar en su cabeza. 

A veces me invento excusas para cruzarme contigo, para intentar robarte una mirada que no me debe nada. 

Y aunque el mundo sea grande y mis pasos sean cortos, aquí sigo, girando a mi alrededor, escribiendo tu nombre en el aire, en la nada, en el todo que sigues siendo tú.

 

 

Pd: 

 Todos los caminos

 conducen a ti…



23 enero 2025

CUANDO TODO SE TAMBALEA A MI ALREDEDOR

 





 







Cada día que pasa estoy más convencido de que lo esencial es mantener la calma en un mundo perdido entre las agujas del reloj, observando cómo se construyen castillos de arena bajo la lluvia. En cada grano derramado entre los dedos hay un segundo menos de vida, pero el empeño… sí, el empeño es lo único que queda cuando todo lo que gira a mi alrededor empieza a temblar.

Vivo atrapado en un pulso constante con el tiempo. La luz intermitente de los semáforos me advierte de la celeridad del día a día, eclipsado por el vértigo de las notificaciones. Y, aun así, no dejo de buscar esa grieta diminuta por donde se filtra la vida, como ese rayo de sol terco y seguro de sí mismo que siempre encuentra algún resquicio entre las persianas cerradas para entrar y hacerse dueño del lugar.

Hay días en los que siento que la vida es el tren que partió sin avisar, días en los que no dejo de correr por el andén, con los bolsillos vacíos, los zapatos polvorientos y, en las manos, un boleto caducado con destino a ningún lugar.

¿Y quién sabe si volverá? Si ni siquiera anunció su llegada…

Tal vez me toque inventar un nuevo lugar al que llegar, caminando solo, sin rumbo, para reencontrarme en cada giro de guion, en cada caída, en cada reinvención de mí mismo. Un nuevo intento de renacimiento, una llama que se enciende en la más absoluta oscuridad.

Aun así, he aprendido a convivir con mis luces y también con mis sombras, y he optado por bautizarlas, por darles su sitio e invitarlas a café. Al final, son ellas las que me susurran, las que eligen, de aquí y de allá, los hilos que van tejiendo mi tela de araña. Son ellas las que me empujan a escribir, a revolotear por los años caducos, a gritarle al papel las cosas que no me atrevo a decir en voz alta, o a sobrevolar la papelera una y otra vez cuando la intención se viene abajo.

También es cierto que la lucha no siempre es violenta. A veces, se trata solo de resistir, de no dejar que la marea arrastre lo poco que queda de ese pedazo de mí que todavía sigue soñando, que aún sigue creyendo, a pesar del ruido a mi alrededor, que un simple acorde puede romper el silencio y hacer que la magia cumpla su función.

Y cuando cualquier movimiento pesa más de lo normal, cuando el mundo me pide más de lo que tengo, cierro los ojos y me dejo llevar por ese instante en el que las palabras buscan el mar en el cauce de un río desbocado, como un grito que quiso ser canción.

Quizás nunca llegue a tener todas las respuestas, pero mientras escribo, mientras siento, sé que aún sigo aquí, aferrado al milagro cotidiano que lucha por no firmar la rendición.



Pd:

La vida no siempre
 nos da las respuestas, 
pero sí preguntas 
que no dejan 
de resonar, 
porque escribir es 
un acto de rebeldía 
contra el silencio, 
una forma de 
recordarle al tiempo
 que, aunque 
pueda con nosotros, 
no nos vencerá...












02 enero 2025

CRUEL PERFECCIÓN

 

  






  No dejo de sentir una profunda lucha interna al convivir con mis propios demonios mentales, donde exploro la incertidumbre de mi trayectoria, anhelando la perfección que percibo tan inalcanzable como esencial.

   Viviendo en un constante pasaje de contradicciones, cuando el deseo de encontrar orden en medio del caos, es la búsqueda del ideal en una realidad que parece resistirse, constante e inevitable enfrentamiento conmigo mismo.


   Acaricio las sombras que se aferran a mis pensamientos, siluetas que gritan entre susurros, maceradas por las dudas y certezas que jamás se reconciliaran, en cada paso, un reflejo de mi propia disonancia, un intento por trazar el rumbo en un mapa imaginario.

   Cultivo los demonios que se instauran en mi cabeza, descubro la ambigüedad que atesoran mis pasos, es la cruel perfección nunca habilitada y jamás encontrada.


   Y mientras avanzo, sigo sembrando esa cruel perfección que solo existe en mi cabeza, esa búsqueda que me define y también me consume, porque al final, descubro que no es el destino lo que busco, sino los pasos eternos que doy en el vacío de mis pensamientos.

Pd:
No dejo de pensar
en la cruel perfección
 instaurada en mi cabeza...




31 diciembre 2024

FELIZ 2025

 






Aquí estoy, despidiendo un año que me enseñó más de lo que esperaba, quizás más de lo que estaba preparado  para asimilar. No fue perfecto, pero nada es perfecto, ¿Quién lo necesita perfecto? Fue real y eso es lo importante, con sus luces y sombras, algunos días que me hicieron volar y otros  me arrodillaron frente a mis propias limitaciones. 

Mirando atrás con humildad, reconociendo no solo aquello que conseguí, sino también lo que me faltó, como los abrazos que no di, las palabras que guardé, tal vez por miedo, o quizás por olvido, las veces que fui duro conmigo mismo o con quienes me rodearon. Pero también reconozco los pequeños pasos, los intentos honestos, las ganas de construir y no de destruir, de ser alguien un poquito mejor que el día anterior. 

El año que llega no me pedirá ser invencible, solo valiente. Valiente para mirar hacia adentro y seguir en paz, ante todo, conmigo mismo, valiente para tender puentes con quienes me rodean, aunque a veces se torne difícil. Quiero volar alto, pero no para escapar, sino para mirar desde otra perspectiva los pequeños detalles de la vida, con más generosidad, con más amor, con más ganas de sumar y por supuesto, no de restar.

No se trata de conseguir grandes logros ni de promesas que parezcan perfectas. Se trata de estar bien conmigo mismo y con los demás. De aprender a decir que no cuando es necesario y de decir que sí cuando mi corazón lo pide. De seguir adelante, no por obligación, sino porque el camino siempre ofrece una nueva oportunidad para intentar ser un poquito más feliz. 

Que este nuevo año sea un espacio para eso: para volar, para caer si hace falta, para levantarnos con más fuerza y más ternura. Para ser, simplemente, más humanos y buscar ese halo de luz que nos proporciona la felicidad. 


PD: 

FELIZ AÑO NUEVO

FELIZ 2025