El recorrer del tiempo recuerda mi vuelo a ras del suelo, entre la efímera mirada y la perspectiva más mimada.
El constante devenir de los sueños buscan ser cómplices de mi aliento, en estos catorce años he subido a los cielos y bajado a los infiernos, manteniendo el equilibrio cuán funambulista improvisado de secretos ajenos y anhelos intensos.