Cuando te dejas llevar por tus sueños, es más fácil hacerlos realidad.
Y no, no se trata de una fórmula secreta que garantice el éxito ni de que consigas aquello que buscas o anhelas, sino de algo mucho más poderoso: eres tú quien maneja los hilos que tejen esos sueños, los mismos que alimentan tu felicidad.
Al abrazar tus sueños con determinación, comienzas a construir tu verdadero yo, piedra a piedra, algunas, o quizás muchas, se caerán en el camino, pero eso no debe detenerte, porque cada caida es una oportunidad para aprender y avanzar.
El puente que conecta lo que imaginas con lo que puedes lograr no se cruza de una sola vez; requiere perseverancia, paciencia y la valentía de probar nuevos sueños, una y otra vez.
Y entonces, un día cualquiera, despertarás y entenderás que la verdadera magia nunca te abandonó: siempre estuvo a tu lado, creyendo en ti.
Pd:
No dejes de creer en ti...
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