Te pienso en esta noche fría, el viento de invierno araña cada rincón de mi camino y la calle parece un desierto.
Te busco en los reflejos de los charcos, en los rostros que de vez en cuando pasan rápido, intentando encontrarte.
No tengo más que palabras gastadas, ni siquiera un billete de regreso a tus ojos, a tus labios, a tus besos.
Pero sigo caminando, sigo soñándote, como quien persigue la canción que no deja de resonar en su cabeza.
A veces me invento excusas para cruzarme contigo, para intentar robarte una mirada que no me debe nada.
Y
aunque el mundo sea grande y mis pasos sean cortos, aquí sigo, girando a mi
alrededor, escribiendo tu nombre en el aire, en la nada, en el todo que sigues
siendo tú.
Pd:
Todos los caminos
conducen a ti…
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