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LO QUE NO SÉ DE TI, NI DE MÍ

No sé si podrías verme aunque estuviera frente a ti, ni si tus ojos querrían detenerse en los míos, si tu mirada sabría cómo nombrarme, y tampoco sé si tendría el valor de sostener la tuya, de encontrarme en tu reflejo. No sé si podría pedirte que me buscaras, entre otras cosas ignoro si querrías buscarme, sí tengo derecho a pedírtelo y tampoco sabría si aceptarías el tiempo que necesitarías para encontrarme. No sé si al final de todo querrías quedarte, si podrías encontrar en mí lo que busco en ti, ni si este laberinto de dudas merece una salida, pero estoy aquí, preguntándome, si hay o no respuestas a lo que nunca te dije. Tal vez no se trate de respuestas, sino de aquello que queda en el aire, suspendido entre el deseo y el silencio, tal vez, al final, sea en las dudas donde realmente nos encontramos, aunque nunca apostemos por ello. Porque a veces las palabras que no se dicen pesan más en el alma, que aquellas que se dicen por decir, y tal vez, en este torbellino de idas y ven
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GIRANDO A MI ALREDEDOR CUMPLE 17 AÑOS

  El tiempo no se detiene y a su paso va dejando imborrables huellas en cada suspiro, en cada palabra tejida de sentimientos, he dejado parte de mí en GIRANDO A MI ALREDEDOR, feliz y orgulloso de haber compartido el vuelo y el aterrizaje, las luces y las sombras, a sabiendas de que cada línea ha sido un reflejo de lo que siento, de lo que he vivido y de lo que soy. Van siendo unos cuantos años en los que he danzado en sueños, a veces acariciándolos de cerca, otras viéndolos desvanecerse al amanecer, pero hoy, después de este recorrido, entiendo que los sueños no se desvanecen, se transforman, acompañándome, ya no como fugaces destellos, sino como compañeros de camino. Cada verso, cada palabra, cada gesto a favor del viento ha sido una forma de tejer esa realidad soñada, donde el tiempo sigue siendo cómplice y maestro silencioso. He aprendido que no solo se trata de volar alto o caer a las profundidades, sino de habitar ambos extremos para encontrar la belleza en cada lugar donde las p

TRECE DE OCTUBRE

  Es el  calor de tu presencia, el color de tu amor, el dolor de tu ausencia, ese que está instalado en mi alma, es el todo que no se va, por más que pase el tiempo. Son las cicatrices que aparentan cerrar, pero debajo, laten  heridas que no terminan de sanar. Es la falta de tus risas, esas que no quiero olvidar, porque en ellas se reflejan la falta de luz que sufre la oscuridad. Es el brillo en tu mirada reflejado en mi recuerdo, devolviéndome por un instante, lo que ya no tengo. Es aprender a convivir con el vacío y aceptar tu ausencia, aunque el corazón siga negándose a ello. Es el tiempo que avanza, pero no conseguirá a pesar de los años, diluir la profunda huella de tu partida. Me aferro a tu sonrisa, a tu voz, a esos fragmentos de vida que compartimos, a sabiendas que, aunque ya no estás, sigues presente en mis recuerdos y en cada rincón de mi ser. Es el dolor que persistirá por siempre y aceptarlo no significa ni significará dejar de sentirlo, y aún aprendiendo a vivir con tu au

LUCHA INTERNA

  Macerando la l ucha interna entre el deseo de olvidar a alguien y la imposibilidad de hacerlo. Aún afirmando el olvido de esa persona, en el fondo sabemos que nos mentimos a nosotros mismo. Negar la importancia del otro, es, en última instancia, negar una parte esencial de nuestra propia identidad y de nuestras emociones. El amor o el recuerdo de esa persona está tan entrelazado con nuestro ser, que al tratar de negarlo, estamos rechazando su propia verdad. Esta tensión revela la dificultad de soltar a alguien que ha marcado profundamente nuestra vida. PD: Miento cuando digo  que te olvido  en cada momento,  negarte es negarme  a mi mismo...

EL JUEGO NO ERA SOLO MÍO

  Pd: Vértigo de proclamar a los cuatro vientos la complicidad de tus sonrisas, pensando como siempre creí, que solo hacia falta asentir con la cabeza para seguir jugando. Pero no tardé con el tiempo en darme cuenta, que el juego no era solo mío, que existía en tus miradas un halo de misterio,  que no supe descifrar,  un destello oculto entre las sombras de tu día a día.

MI ÚNICO DESTINO

  Pd: Soy un loco navegante en un barco idealizado, mecido en un mar de incertidumbre, donde la vida es un suspiro y la locura, mi refugio, a veces me pierdo en pensamientos inoportunos, otras en suspiros largos y profundos, al final del camino no brilla, sino ciega, la luz crepuscular que inunda mi mundo, donde eres y serás mi único destino...

LAS RESPUESTAS

        Sin darnos cuenta tendemos a justificar los instantes y nos cuesta comprender que amar la vida y sonreírle, no es sino la facultad de querer más por el más, convertidos en viajeros de un tren sin retorno,  del viaje intrépido hacia ningún lugar conocido...     Nos dirigimos hacia ese lugar donde los sueños tendrán al fin las respuestas que soñamos, el lugar donde encontrar, posiblemente, lo que andamos buscando.      En cada estación del trayecto, seguimos encontrándonos con pequeñas maravillas, que si las mimamos, acabarán nutriendo el alma y avivando nuestro espíritu.       ¿Por qué entonces, no podemos compartir sonrisas con extraños?      Seguro que pueden acabar convirtiéndose en amigos, manteniendo conversaciones profundas bajo la tenue luz del atardecer o de los silencios que cuentan más de lo que callan.      Cada momento, cada respiro, se transforma en otra página de una historia sin fin, donde los personajes principales somos nosotros, moldeando nuestro destino con