Muchos hablan de ser los mejores en todo, de superarnos cueste lo que cueste, de seguir los cánones establecidos, de fantasear con filtros imposibles o de sortear las dificultades con un solo clic.
Pero nadie te habla de la importancia de permitirse sentir, de validar las emociones que surgen en momentos difíciles, de buscar apoyo y comprensión en otros cuando lo necesitas.
No necesitas ser especial, ya eres especial y creételo, no ocultes tus emociones, ni tus complejos, encuentra la fortaleza para enfrentarlos y superarlos.
Y aunque la presión de ser lo que no somos, es abrumadora, debemos recordar que está bien pedir ayuda, buscar orientación y permitirse momentos de vulnerabilidad, porque eres, somos...únicos
P.D.
En un mundo donde
se premia la falsedad
y se castiga la frágilidad,
nuestra verdad sigue
siendo el mayor acto
de resistencia que
podemos realizar.
No nacimos para encajar en moldes,
nacimos para sentir,
para caernos,
para pedir ayuda
y aún así seguir siendo
nosotros mismos.
Porque lo real, lo que duele
y también lo que abrazamos,
es lo que nos hace ser humanos.
Y eso…
ya es suficiente.
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