Hace falta vivirlo para darse cuenta de la emoción
que recorre cada pulgada de la piel erizada.
Hace falta estar ahí para dejarse llevar
Hace falta estar ahí para dejarse llevar
por los escalofríos retumbando en los adentros.
Hace falta contemplar desde cerca
Hace falta contemplar desde cerca
los sollozos contenidos,
el olor de los sentimientos expandidos.
Del incienso amamantando la noche,
Del incienso amamantando la noche,
de los rezos que se hacen eternos,
hace falta la luz de las velas
para contagiar la cercanía.
Hace falta pisotear las callejuelas
Hace falta pisotear las callejuelas
para comprender el sentido
de unos pies descalzos,
de una mantilla negra,
de unas lágrimas recorriendo
cualquier mejilla.
La emoción se genera en cada esquina,
La emoción se genera en cada esquina,
en los hombros del costalero,
en el cimbrear de cualquier trono,
en la túnica del nazareno.
La emoción se vive
La emoción se vive
en el golpeteo de los tambores,
en el caminar del penitente,
en el ritmo de la respiración.
Hace falta dejarse llevar
Hace falta dejarse llevar
para contemplar la grandeza
de una semana santa...
Y con tanta emoción y sentimiento que pincelas cada palabra,das rienda suelta para sentirla y para amarla.
ResponderEliminarMil abrazoss llenos de ternura.
preciosas palabras que nos cuentan como debe ser una semana santa andaluza. ¡¡¡ lastima que este año, se este sufriendo tanto debido a la climatología que no deja que los fieles acarreen sus sentimientos¡¡¡
ResponderEliminarDicho queda, me gusto mucho tus letras d hoy, un abrazo amigo.
www.falsario.org
Hace falta, ¡sí!
ResponderEliminarun abrazo querido Onubius!
La espiritualidad se percibe en el ambiente con mayor naturalidad en fechas como éstas, en las que celebramos nuestra cristiandad, el sentido de la vida, y esas creencias que son parte de lo que somos. Lindo escrito en honor a la semana santa!
ResponderEliminarAbrazos