Se anida en las alturas,
se cobija en el desprecio,
se anticipa a las diabluras,
consolidando las mayúsculas,
dejandose de abreviaturas.
Soberbia endiablada,
se enriquece de la caída,
se abastece del ego,
amamantando la tiranía,
empuñando la arrogancia.
Se convulsiona la vanidad,
se perfecciona la meta,
se aniquila la contrariedad,
inmolando la bienaventura,
sepultando la debilidad.
Soberbia de la irrealidad,
soberbia de superioridad,
soberbia idolatrada,
soberbia es la pasión
desenfrenada por si mismo,
soberbia, que hacer...
se cobija en el desprecio,
se anticipa a las diabluras,
consolidando las mayúsculas,
dejandose de abreviaturas.
Soberbia endiablada,
se enriquece de la caída,
se abastece del ego,
amamantando la tiranía,
empuñando la arrogancia.
Se convulsiona la vanidad,
se perfecciona la meta,
se aniquila la contrariedad,
inmolando la bienaventura,
sepultando la debilidad.
Soberbia de la irrealidad,
soberbia de superioridad,
soberbia idolatrada,
soberbia es la pasión
desenfrenada por si mismo,
soberbia, que hacer...
La soberbia no es grandeza, es hinchazón. Y lo que está hinchado parece grande, pero no está sano.
Es uno de los pecados capitales, soberbia donde quiere ir… si el tope ya lo tienes en tu boca.
ResponderEliminarBesos
Bonito espacio, llaman tus letras a la reflexión, es cierto a veces los pequeños milagros no alcanzan a ser un motivo,cuanto daño hace verdad?, Pero a pesar de todo si no hay sol queda la luna que mas da, gracias por compartir tus sentir.
ResponderEliminarA.
¡¡Anda como un empacho de viagra!! juas, juas...
ResponderEliminarBss...feliz paso de semana santa!!
Muy bueno, por algo es un pecado... Me gustó la última frase:
ResponderEliminar"La soberbia no es grandeza, es hinchazón. Y lo que está hinchado parece grande, pero no está sano"
Te felicito, me hiciste entrar en reflexión!
La soberbia que a algunas personas le hace pensar que son grandes, pero todo es efimero cuando se miran al espejo de las personas que les rodean
ResponderEliminarEs verdad. No esta sano...
ResponderEliminarEs una enfermedad terrible la sobervia