Llegado el momento de la palabras mudas, de los infiernos
celestes, cuando tras los cristales cae la noche y el horizonte se estremece,
cuando el sol tembloroso da paso a la oscuridad y entre titubeos se envían
deseos a los confines de la posibilidad, cuando de bruces en el suelo se
estampan los sueños sudorosos, es entonces cuando el vértigo se apodera de tus
aposentos y los viejos recuerdos te confirman que eres superviviente de tus
propios fracasos, del perfil acristalado, tras el cortinaje del paso del tiempo,
envolviendo cuanto esta girando a tu alrededor de una gelatinosa circunstancia
que se atrevió a ponerte en el punto de atención...
pd:
Puede ser que el destino venga pisando fuerte...
De todos esos momentos se construye algo, sin duda alguna.
ResponderEliminara conquistarlos
Saludos!!