No existen los principios
ni tampoco los finales,
continuo ciclo de caprichos
en involuntarias señales.
Con los sueños sobreescritos
y las palabras habituales,
se divierten los eruditos
y se rompen los cristales.
Los principios no existen,
se inventan las verdades,
las mentiras coexisten
en incompetentes vanidades.
Los finales tampoco existen,
se suponen, pero no son reales,
siendo muchos los que insisten
en salvaguardar los ideales.
No existen los principios
ni tampoco los finales,
giros, ciclos y caprichos
en la perpetuidad de los umbrales,
de paso, hacia sueños infinitos...
pd:
Continuos bucles jugando a reinventarse...
Estoy de acuerdo contigo...no hay principios ni finales...todo es un ciclo...y el circulo que los hace fluir...Magnífico poema expresión reflexiva del todo del que formamos parte... un abrazo
ResponderEliminarYo espero que haya finales para algunas cosas, como lo hubo en el pasado
ResponderEliminarSí y la culpable del bucle como bien apuntas, siempre es la vanidad. Bss con sabor a vainilla.
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