No logro discernir lo extraño de lo habitual, no logro
entender porque el tú a tú aun estando a mil kilómetros deba macerar la
intranquilidad, no existen las distancias, ni siquiera los minutos que se
empeñan en ir acelerando las agujas del reloj, no atiendo a razones por las que
no deban existir la conexión, los lazos de unión son configurados, a expensas
de lo onírico, no porque haya un medio físico que los una, sino porque se
producen de acuerdo a nuestra percepción de lo intangible, cuando la verdad es que
cercano esta, todo aquello que parece a simple vista lejano, sobre todo cuando
se para el mundo y estamos disfrutando a nuestras anchas de la compañía más
cercana, aquella que no hace falta envolverla con el papel milimetrado.
pd:
no existen las distancias,
solo las que nos autoimponemos...
Exactamente, hay voluntad o falta de ella.... Una simple palabra puede ser motivo de la distancia más extensa o de la proximidad más mínima...
ResponderEliminarUn saludo