No sé...Últimamente me cuesta comprender, si seguir soñando contigo vale la pena. Suena bonito, vivir de recuerdos, de lo que fuimos y como fuimos. Pero la verdad, lo que quiero es volver a sentir tus labios marcando los míos. Así de simple.
No sé si ese calor que compartíamos, ese que parecía tan nuestro, va a volver alguna vez. Ni siquiera sé si tus palabras volverán a aparecer, como antes, cuando escribías algo que me descolocaba y me dejaba con una sonrisa tonta todo el día.
¿Te acuerdas de eso? De cómo resultaba tan fácil…
A veces me pasa. Como la necesidad repentina de buscarte. Y es justo ahí donde más duele. Porque no estás.
Solo queda polvo sobre los muebles. Ese olor a cerrado. Y esa foto nuestra que parecía eterna… y que ahora me cuesta mirar.
Salgo a la calle y todo me parece un poco más vacío. Las tiendas cerradas, la gente que no se detiene. Y el viento… el viento que se mete entre mis recuerdos. Como si también supiera que ya no hay camino entre tu boca y la mía.
Y luego vuelvo a casa, me tumbo en la cama. Esa cama que antes era de los dos… y ahora, solo me tiene a mí.
Y mis manos, que aún no se rinden, siguen buscándote en mi piel, como si todavía pudieran encontrarte ahí, pero no es lo mismo. Nada lo es.
Todo se enfrió. Se apagó el fuego, sin hacer ruido.
Y mi cuerpo se desespera, mientras mi cabeza no deja de repetir tu nombre, como si eso sirviera de algo. Sigo adicto a ti, pero en silencio.
Cierro los ojos… y te veo. Te imagino tan real que por un momento creo que estás aquí. Te mueves como antes, como si nunca te hubieras ido.
pd:
Y por un segundo…
te tengo.
Pero abro los ojos…
y todo desaparece,
solo queda el vacío.
No hay comentarios:
Publicar un comentario