El cruce de miradas le recordó que un buen día quiso ser la brisa que alborotaba su pelo, quiso ser el motivo de su pasión, de su aureola el color y de sus labios la emoción, desde su mirada a la suya un millón de luciérnagas atestiguando el contorno emocionado de su religión, por el amor envalentonado a través de los pliegues de su devoción, el cruce de miradas le recordó, cuanto bien le hacia, tenerla a su alrededor…
Pd
Por mucho que pasen los años,
las miradas,
nos siguen recordando
porque seguimos ahí…
Hermoso post ...
ResponderEliminarCuánta verdad hay en una sola mirada...
ResponderEliminarAbrazos, amigo, y buena semana!!
Es muy cierto….ese cruce de miradas no se olvida jamás…es el fogonazo que envía el corazón a través de los ojos…se impregna como huella imborrable hasta el final de los tiempos. Aplaudo lo que dices.
ResponderEliminarAbrazos Josh, buena semana.
Miradas que se buscan y se pierden, cuerpos que se buscan y se pierden en el mejor sentido de la palabra...
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