Olvidó la primavera tras los cortinajes, sopor versátil de
la otoñal estancia que albergaba sus razones, la hierba seca, el vuelo bajo,
continuo esperpento de satíricos sueños entre algodonales, agridulce sorpresa,
personaje sobreactuado, destilando noches y recapitulando escenarios, donde
yacer el frio que sucumbía en su cuerpo desnudo, intemperie acentuada de su
mente blasfema, olvidó la primavera tras los cortinajes y el invierno se hizo
eterno...
pd:
dejarse vencer
no trae buenas conclusiones...
De todo se nutre el ser humano…depende del regalo que te de la vida…entre el invierno y la eternidad solo un suspiro. No hay que dejarse vencer…a luchar con poemas de esperanza.
ResponderEliminarAbrazos amigo.
Mas no le llega un resquicio de luz? La promesa dorada de un sol eterno e incansable, allá en su cénit?
ResponderEliminarLos cortinajes también poseen puntos ciegos, tajos por donde se cuela lo que no sabemos ver.