Giran los ciclos una y otra vez, sube y baja el sonido de la
soledad, versos anclados en el tiempo, quedando tras de sí, la importancia que
un día tuvieron, asomado al ventanal,
sin percatarme del viento acariciándome los sueños, cegado por la
luminosidad no alcanzo a dilucidar que sin dudarlo acabaran perdiéndose como
una exhalación a través el tiempo, de puntillas, como queriendo no interrumpir
sus consecuencias, temo a mi peor enemigo, al que se escuda como una segunda
piel bajo la dermis, perfecta simbiosis de lo eterno, colosal estrategia que me
ataca desde dentro, girando a mi alrededor se vuelcan los sueños, se
revolucionan los encuentros tratando de sopesar si son buenos tantos
entuertos...
Pd:
En constante lucha por el querer o poder…
Estoy segura que si quieres, puedes... claro que sí...
ResponderEliminarUn saludo