Replica el movimiento la oscuridad de la tormenta, en noches
herméticas, glorificando los perfumes de la ausencia, buscando escondrijos
aturdidos en los confines de mis precipicios, envalentonados quedan, mientras una mano amiga me recuerda, que ninguna tormenta puede ser eterna...
pd:
Nada dura para siempre...
Siempre,¡cuanto dura? abrazos.
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