Cuando se pierde el norte a sabiendas de lo que se pierde, no pretendas recuperarlo a base de entuertos, ni pretendas recuperar la gloria de las flores cuando marchitas entre las hojas del libro de tu vida, te recuerden que perdiste su aroma.
Cuando se pierde el norte, no una, sino varias veces, no vayas pregonando alegorías que no se entienden, ni retrocedas cabizbajo lamentándote por teoremas danzantes que un día no muy lejano fueron estandarte de tus desastres.
Cuando se pierde el norte a sabiendas de lo que se pierde, no una, sino varias veces, no disculpes tus actos, ni cierres las persianas porque el sol descubrió tu colección de aciertos equivocados, muéstrate tal cual, tan arrepentido como lo sientas y discúlpate, porque perder el norte se puede, pero no olvidarlo...
Pd: Buscando el norte Girando a mi alrededor...