El vaivén de tus deseos se convierte en pasión cuando destronan a la mismísima imaginación, te entregas sin dilación, preguntando si es predecible el ritmo de los sueños que dejan de ser efímeros, el vaivén de tus deseos convierten en realidad aquellos vuelos que transportan nuestras noches a espacios infinitos, acurrucados al compás y envalentonando la razón, el vaivén de tus deseos hacen fuertes las miradas en sabanas enredadas, en el vaivén de tus deseos laten nuestras constantes pesquisas por encontrar los primeros rayos de sol en los claros oscuros de nuestro amanecer.
PD:
Cuando dibujar, dibujamos
los escalofríos que hacen de la pasión
el epicentro de la felicidad...
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