Hay veces que resulta inquietante ponerse delante del
teclado sin una idea preconcebida que podamos manosear, al querer darle la
forma precisa que llene los sentidos y nos deje entusiasmado de lo conseguido.
Cuando no se tiene nada que decir y nos dejamos llevar por
lo que va surgiendo según vamos escribiendo, es una buena forma, quizás como
otra cualquiera de conocernos un poquito mejor.
Es un ejercicio sincero, sin límites ni prescripciones, sin
colores preparados, sin principio ni final, tan solo un arranque de
espontaneidad tratando de averiguar lo que esconde el subconsciente.
La adrenalina se activa, la curiosidad se dispara, el
semblante se relaja, la cabeza desagua ecos mal humorados, el corazón se queda
plano y tendemos a quedarnos satisfecho por la actividad descontrolada.
Al final, quizás, no hayamos roto moldes, ni siquiera
contamos nada con la suficiente coherencia, ni supondrá un reto que hayamos
podido vencer, pero si es verdad que sacia nuestra realidad.
Cierta tranquilidad merodeara nuestras latitudes, la soledad
será mas prudente, la sonrisa podrá estallar, el cuenta cuentos que nos oprime conseguirá
desaparecer y la calma podremos por fin, restablecer.
¿O sera que solo me pasa a mi...?
Noooooooooooooooo a mi tambien me pasa, me encuentro con barbechos de imaginación hasta que me pongo manos a la obra y siempre sale algo de muy dentro que al resto les suma o al menos le saca una opinión. Un besazo
ResponderEliminar=)
ResponderEliminarLa calma no siempre es sinonimo de quietud.
saludos.
Ya sabes que las ideas se encuentran por si mismas, y cuando menos lo esperas van apareciendo a la vuelta de la esquina.
ResponderEliminarfeliz semana.
un abrazo.
Me siento identificada dulce José :)
ResponderEliminarCariños!
=) HUMO
Nooooooo también me pasa a mi. Bss..
ResponderEliminarY en las PD también, je ,je...
Si dejarse vaciar el interior como un torrente desbocado,
ResponderEliminarsi desprenderse de la piel emocional para mostrar nuestra más descarnada realidad,
si mostrarnos a los demás tal como somos,
si decir cuanto sentimos sin que el pudor atenace nustros pensamientos,
si disponerse a a mostrar aquella cara que tanto tiempo a los demás ocultamos,
si expresar sentimientos sin tapujos,
si teclear empujado por la vertiginosa rapidez del impulso,
si dejar a un lado la sensatez para expresar cuanto deseamos,
si escribir como tú lo haces para que nos sintamos identificados,
....implica restablecer la calma,la desaparición del cuenta cuentos opresor y el estallido de la sonrisa.....
entonces querido amigo, no sólo te pasa a mí, no sé si también a los demás, pero desde luego sí también a mí, por ello siempre me tendrás aquí.
Un gran abrazo, querido amigo.
un saludo al mejor poeta de la blogosfera!
ResponderEliminarabrazuuus
El síndrome de la página en blanco, me sucede a menudo, peroen mi oficio me veo obligado a comenzar como sea. Saludos. Me apunté como seguidor de su blog, lo invito a que lo hagas en el mío.
ResponderEliminarComparto esa espontaneidad,esa cuyo único objetivo no es buscar la belleza. La espontaneidad para con una misma,la descarga de los sentidos, vaciarnos de fealdad, de ideas locas y malsonantes, expresarlo con y sin sentido, como derramarse una las entrañas sobre el teclado.
ResponderEliminarFelicidades por tu escrito amigo!!