Al tiempo le gusta jugar,
fiel a su destino deja retazos por el camino, como si vivirlos de nuevo fuese
cuestión de quererlo, al tiempo le gusta jugar girando a mi alrededor,
descubierta queda su intención, no le
guardo rencor, al viento le cuenta su versión y aunque pareciera que su descaro
solo fuese un favor, pasa sin darnos
cuenta, cambiando en cada paso de color, como un halo misterioso envolviéndolo todo, como un suspiro en el que todo pareciera maquinado y no fuese real, pero sí lo es, y mirar hacia atrás, nos hace recapacitar sobre su cruda realidad…
Pd:
No hay que temer
al paso del
tiempo
y si… a no vivirlo…
Vivir el tiempo... Muy buen consejo. Todo tiene una razón de ser... y el tiempo, solo el tiempo, algún día sabrá contarnos el por qué.
ResponderEliminarAbrazoz!