menu

15 junio 2025

COMO SI NUNCA TE HUBIERAS IDO...


 




No sé...Últimamente me cuesta comprender, si seguir soñando contigo vale la pena. Suena bonito, vivir de recuerdos, de lo que fuimos y como fuimos. Pero la verdad, lo que quiero es volver a sentir tus labios marcando los míos. Así de simple.

No sé si ese calor que compartíamos, ese que parecía tan nuestro, va a volver alguna vez. Ni siquiera sé si tus palabras volverán a aparecer, como antes, cuando escribías algo que me descolocaba y me dejaba con una sonrisa tonta todo el día.

¿Te acuerdas de eso? De cómo resultaba tan fácil…

A veces me pasa. Como la necesidad repentina de buscarte. Y es justo ahí donde más duele. Porque no estás.

Solo queda polvo sobre los muebles. Ese olor a cerrado. Y esa foto nuestra que parecía eterna… y que ahora me cuesta mirar.

Salgo a la calle y todo me parece un poco más vacío. Las tiendas cerradas, la gente que no se detiene. Y el viento… el viento que se mete entre mis recuerdos. Como si también supiera que ya no hay camino entre tu boca y la mía.

Y luego vuelvo a casa, me tumbo en la cama. Esa cama que antes era de los dos… y ahora, solo me tiene a mí.

Y mis manos, que aún no se rinden, siguen buscándote en mi piel, como si todavía pudieran encontrarte ahí, pero no es lo mismo. Nada lo es.

Todo se enfrió. Se apagó el fuego, sin hacer ruido.

Y mi cuerpo se desespera, mientras mi cabeza no deja de repetir tu nombre, como si eso sirviera de algo. Sigo adicto a ti, pero en silencio.

Cierro los ojos… y te veo. Te imagino tan real que por un momento creo que estás aquí. Te mueves como antes,  como si nunca te hubieras ido.




pd:
Y por un segundo… 
te tengo. 
Pero abro los ojos…
y todo desaparece,   
 solo queda el vacío.




04 junio 2025

A VECES, EL ALMA SOLO PIDE UN POCO DE TREGUA


 



  

A veces… el alma solo pide un poco de tregua.

 

Sin necesidad de respuestas ni explicaciones. Solo un poco de silencio. Respirar, sin tanto ruido girando a mi alrededor. Encontrar un rincón donde poder rendirme, sin tener que buscar culpables y sin la obligación de resistir.

 

Hoy me pesan los días. Me pesa esta armadura que ya no sé si me protege o me encierra, y que, muchas veces, cuesta tanto quitarme. Hay momentos en los que solo quiero decirme, bajito... —Está bien no poder con todo—

 

Levantarme sin prisas, dejarme envolver por la quietud mientras cicatrizan las heridas. Darme una nueva oportunidad… incluso sin necesidad de merecerla.

 

Y si hoy las sombras merodean mis esquinas, que el silencio me cobije, que el tiempo no me exija, y que la vida —aunque sea en susurros— me confirme que aún estoy a tiempo.

 



Pd:

Porque a veces, respirar…

 también es una forma de continuar.

  





23 mayo 2025

SILENCIO AZUL


 



 

Sé muy bien cuándo empezó, aunque me guste fingir que no. El silencio no cayó de golpe, se fue colando a sorbos, como esas rutinas que un día parecen inocentes y al siguiente te ocupan la casa entera.

 

Y yo... yo lo dejé quedarse, lo alimenté sin querer, creyendo que me cuidaba. Me acostumbré a no pedir, a no decir, a soñar bajito, por si alguien escuchaba.

 

Fui doblando mis deseos hasta que cupieron en el cajón de lo aceptable, y cuando ya no entraron, los llamé “precarios”, para no admitir que eran míos.

 

Desde afuera, todo se veía en orden. Pero por dentro, las palabras se amontonaban, se agitaban, golpeaban, como olas buscando salida. Y yo… yo callaba.

 

Un día cualquiera, sin drama, me descubrí vistiendo de azul el fin de todo. Azul, porque yo siempre he sido más de matices que de extremos, más de despedidas lentas que de portazos.

 

Y entonces, dejé que salieran, las palabras, los gritos. Dando rienda suelta a todo.y girando a mi alrededor dejé que cruzaran el miedo, que atravesaran los escenarios que yo mismo levanté e inventé y que ahora temblaban conmigo.

 

Lloré sin lágrimas, acorralado por la impotencia, pero respiré como si el aire volviera a saber a mí.

 

Y ahí, justo ahí, entendí que mis pies seguían tocando el suelo.

 

Y yo —aunque distinto, aunque más roto, aunque más yo que nunca— también.

 



Pd: 

No siempre nos rompemos de golpe,

 poco a poco es el silencio

 el que va agriteando los huecos, 

hasta que un día entiendes

 que callar no siempre 

es la mejor opción.

 






19 mayo 2025

CALLARSE...TAMBIÉN CANSA: EL PESO DEL SILENCIO EMOCIONAL Y LA LIBERACIÓN AL HABLAR

 




Me acostumbré al silencio como a un abrigo viejo, llevándolo a todas partes, incluso cuando dolía más que el frío.


Guardé lo que quería decir detrás del corazón, donde nadie mira, donde hasta los ojos aprenden a fingir.

Pero el cuerpo acaba recordando lo que la lengua calla, y un día, sin querer, me quebré con solo una mirada.

Guardé palabras como quien guarda semillas, con miedo al clima, esperando la estación justa para hablar.

El silencio dolía, más que el tiempo, sí , pero también me enseñó a escucharme por dentro, sin gritar.


Un día, suave como la brisa, me animé a decir lo que sentía y fue como abrir las ventanas después de años cerradas.


Pd:

A veces contarlo...

es el verdadero alivio.







02 mayo 2025

PENSAMIENTOS NOCTURNOS: reflexiones íntimas sobre el deseo, la guerra interna y la esperanza.

 





Pensamientos pretorianos aterrizan en la azotea, vigías de una mente en vela, rumores de una guerra íntima.

Vientos huracanados desempolvan la fricción latente, rozando la herida sin nombre que enciende el conflicto dormido.

La noche primaveral asiste, con su inventario de promesas, la luna, cómplice y callada, emite señales de humo y sortilegio.

Bajo la almohada se cuecen juegos involuntarios, caprichos que el cuerpo esconde en su teatro nocturno.

Cínica habilidad, la de menospreciar las alturas, soñando con alas para estrellarse igual, una y otra vez.

El deseo se enrosca, se acurruca en las espaldas del sueño, remolino suave y cruel, de un final que no tiene orillas.



Pd:
Cientos de pajaros 
revoloteando por el escenario 
cansado de mantener
 a salvo el excedente 
de esperanzas.

Y aún así —

 vuelan...






24 abril 2025

CONFÍA EN LA LUZ QUE RESIDE EN TU INTERIOR


 




Posiblemente sea inútil escribir

cuando las palabras pesan,

cuando aquello que quiero decirte

no hace más que caer

en el vacío de los versos.

 

 Versos que se rompen por el peso

 de sentimientos demasiado grandes

para contenerlos, como hojas

 llevadas por el viento, frágiles

ante la inmensidad del cielo.

 

 No tengo flores; las heladas

se llevaron cada pétalo,

pero desde esa tierra desnuda

brota la tenacidad de un nuevo

comienzo al amanecer.

 

Aprender a perder es el desafío más duro,

 sabiendo que no eres mía,

aunque nunca lo fuiste,

y el silencio de tu ausencia llena

las habitaciones de sombras.

 

 Los bares son refugios temporales,

donde los corazones heridos

 buscan consuelo, y entre vasos

 medio llenos, el tintineo de los brindis

 es la risa del bálsamo efímero.

 

 Te recuerdo en cada replique de copas,

y te olvido con cada amanecer,

en este ciclo perpetuo donde la esperanza

y el olvido se entrelazan en quejidos de

un corazón compungido.

 

Vivo girando a mi alrededor, entre locuras,

 la propia y la del mundo que me rodea,

encontrando en cada día un desafío,

 y en cada noche, una lección con la que

intentar llegar a un nuevo amanecer.

 

En momentos de lucidez,

y en las muchas veces que tropiezo,

y en las muchas otras que me levanto,

una voz interna susurra:


" Confía en la luz que reside en tu interior”




pd:

 Confía en la luz que reside en tu interior...









09 abril 2025

DEJA QUE TU ALMA GUIÉ TU CAMINO


 




Deja que tu alma guíe tu camino, deja que el ruido se disipe, cierra los ojos y siente las puertas abiertas.

Que no te asusten los días inciertos, ni el peso oscuro del miedo, todo lo que eres ya existe, todo lo que buscas te espera.

Alza la voz sin cadenas, camina sin huellas prestadas, y cuando estés frente al abismo, serás tú quien aprenda a volar.

No midas tu fuerza en derrotas, ni cuentes los pasos perdidos, cada herida guarda el secreto, cada caída es un nuevo camino hacia tu destino.

Eres fuego, eres viento, puedes volar más alto que tus sueños, atrévete a ser tu propia luz, para que el mundo siga brillando contigo.

Cuando llegues donde nadie te espera,
con los bolsillos vacíos y la piel quemada,
vas a ver que el cielo nunca estuvo tan lejos, ni tan cerca.

Siempre estuviste en el mismo sitio, ahí, al filo del olvido, sin poder medir la voluntad,  a sabiendas que no quedaba otra, que continuar. 





Pd:

Y al final, no importará 
si ganaste o perdiste,
 lo importante será 
lo que dejaste atrás,
 lo que soltaste, 
y esa paz que llegará
cuando te des cuenta, 
que ya no te debes nada...










27 marzo 2025

¿CUAL ES LA VERDAD...?

 




    Cuando buscamos la verdad a través de un poema, es, como poco, un acto profundo, algo especial. La poesía tiene una manera única de expresar lo que muchas veces no podemos, o no nos atrevemos, a decir abiertamente.

Sentimos que andamos buscando algo esencial y verdadero en medio de un enjambre de emociones: el tacto, la sonrisa, la ausencia de tormentas o el nexo de unión con el huracán que agota nuestras fuerzas. Todo parece señalar el encuentro de una conexión auténtica en esos momentos que realmente importan, lejos de lo superficial, donde el alma se reconoce en el otro sin palabras.

Y la verdad, en este caso, parece estar ligada al deseo de eternizar lo efímero: la piel que no se siente, la sonrisa que tal vez anda perdida o está tan lejos que no puedes oírla. A veces, parece que el tiempo nos roba lo más valioso, pero quizá solo nos lo presta para enseñarnos a sentir su ausencia.

Quizás la verdad que buscamos sea la pureza de esos instantes, o tal vez el intento de comprender lo que significa realmente esa conexión humana tan íntima y única. En la poesía, la verdad no siempre es algo concreto o fijo. A veces, es la verdad emocional la que se siente más real que cualquier hecho.

O tal vez, la verdad que buscamos sea, precisamente, la sensación que queda cuando los momentos pasan, lo que permanece dentro de nosotros. Porque hay instantes que se desvanecen y sentimientos difíciles de acallar.

¿Crees que la verdad está en el recuerdo de esos momentos o en lo que esos momentos te hicieron sentir?

Deja que tu alma guíe tu camino, deja que el ruido se disipe, cierra los ojos y siente las puertas abiertas.



PD:

Deja que reine la calma...







16 marzo 2025

LAS MISERIAS DE LA SOLEDAD

 





Aislados, sucumbimos a las miserias de la soledad, fiel escenario de estos tiempos en los que vivimos.

La singularidad no puede ir acompañada de la temeridad porque, si así fuera, seríamos considerados otro loco más en la lista de la desesperación, en busca de una perfección inalcanzable.

Bailemos sin miedo en lo más profundo del corazón, olvidemos la sordera cáustica, enterremos las miserias, aunque acabemos exhaustos, sin aliento.

No podemos pretender salvar al mundo desde nuestro sillón ni empujar los llantos al abismo, la oscuridad desata la sinrazón, y el respeto deja de brillar en todo su esplendor.

Mienten las bocas cuando hablan de salvación, si no existe la consideración, no habrá consolidación ni siquiera el tiempo necesario para intentar una solución.

No basta con dejar de molestar al vecino: la paciencia secreta rezuma abandono, desacredita nuestra capacidad de socialización y nos convierte en ermitaños de la razón.

Aislados, asistimos a las miserias de la soledad, la misma que cierra nuestra mirada a la realidad.



Pd:

Aislados 

sucumbimos

 a las miserias 

de la soledad...







28 febrero 2025

MIRÁNDOME EN EL ESPEJO

 







Hay veces que, mirándome en el espejo, no reconozco al tipo que me devuelve la mirada.

Reconozco en él las ojeras del tiempo, como sombras permanentes, los labios partidos de morderme las palabras, el gesto torcido de quien ha aprendido, a fuerza de golpes, a tragar decepciones sin hacer muecas.

Hay días en los que camino sin rumbo, pateando colillas quemadas por el tiempo y viajando en sueños rotos de tanto usarlos, sintiendo que la ciudad mordisquea mi existencia y me escupe a la vuelta de cada esquina.

Y ahí sigo, pateando calles que se hacen recuerdos, con los bolsillos llenos de silencios, con la espalda que poco a poco se arquea bajo el peso de memorias sin nombres ni apellidos, de historias que nunca pidieron ser parte de mi equipaje.

El amor me pasó como un tren sin frenos, como esos que no paran aunque agites los brazos en la estación equivocada.

Y aunque siempre fui de subir tarde a los vagones, me quedé viendo cómo se iba, dejando un eco de risas y promesas oxidadas en los raíles.

Qué ironía, ¿no? Tanto aprender a querer para acabar solo, recogiendo las sobras de lo que fuimos, haciendo inventario de los "quizás" y los "ojalá".

A veces me duele el pecho, pero no es el corazón. Es el peso de los días, la losa de la rutina, la condena de los que sienten demasiado y entienden muy poco.

Porque el mundo sigue girando a mi alrededor, aunque me quede quieto, aunque quiera bajarme, aunque grite que ya no puedo más.

Y en el fondo, reconozco, con el paso de los años, que nadie va a detenerse a preguntar si sigo en pie o si me he convertido en otra silueta fundida en las sombras.

Pero aquí sigo. Así es la historia de los que todavía esperamos algo, aunque no sepamos muy bien qué.

Quizás me sobrevenga un golpe de suerte. Quizás tarareando alguna canción haga que todo duela un poco menos. O quizás, solo quizás, una palmadita en la espalda de alguien que no pida nada a cambio.

Porque la vida sigue, aunque a veces se sienta como un cuchillo sin filo que raspa el alma sin llegar a cortarla del todo.

Y aquí estoy, escribiendo esto como quien deja un mensaje en el contestador, sin saber si alguien llegará al final de la locución, sin saber si alguien me devolverá la llamada… o si el silencio seguirá insistiendo como única respuesta.





Pd:
Si llegaste hasta aquí, 
tal vez entiendas de qué hablo. 

O tal vez solo seas
 otr@ pasajer@ más,  
mirando por la ventana, 
dejando la vida pasar. 

En cualquier caso,
 gracias por leer estos susurros. 

A veces, solo con eso,
 los ruidos pesan menos...








04 febrero 2025

TU NOMBRE EN EL AIRE


 

Te pienso en esta noche fría, el viento de invierno araña cada rincón de mi camino y la calle parece un desierto. 

Te busco en los reflejos de los charcos, en los rostros que de vez en cuando pasan rápido, intentando encontrarte. 

No tengo más que palabras gastadas, ni siquiera un billete de regreso a tus ojos, a tus labios, a tus besos. 

Pero sigo caminando, sigo soñándote, como quien persigue la canción que no deja de resonar en su cabeza. 

A veces me invento excusas para cruzarme contigo, para intentar robarte una mirada que no me debe nada. 

Y aunque el mundo sea grande y mis pasos sean cortos, aquí sigo, girando a mi alrededor, escribiendo tu nombre en el aire, en la nada, en el todo que sigues siendo tú.

 

 

Pd: 

 Todos los caminos

 conducen a ti…



23 enero 2025

CUANDO TODO SE TAMBALEA A MI ALREDEDOR

 





 







Cada día que pasa estoy más convencido de que lo esencial es mantener la calma en un mundo perdido entre las agujas del reloj, observando cómo se construyen castillos de arena bajo la lluvia. En cada grano derramado entre los dedos hay un segundo menos de vida, pero el empeño… sí, el empeño es lo único que queda cuando todo lo que gira a mi alrededor empieza a temblar.

Vivo atrapado en un pulso constante con el tiempo. La luz intermitente de los semáforos me advierte de la celeridad del día a día, eclipsado por el vértigo de las notificaciones. Y, aun así, no dejo de buscar esa grieta diminuta por donde se filtra la vida, como ese rayo de sol terco y seguro de sí mismo que siempre encuentra algún resquicio entre las persianas cerradas para entrar y hacerse dueño del lugar.

Hay días en los que siento que la vida es el tren que partió sin avisar, días en los que no dejo de correr por el andén, con los bolsillos vacíos, los zapatos polvorientos y, en las manos, un boleto caducado con destino a ningún lugar.

¿Y quién sabe si volverá? Si ni siquiera anunció su llegada…

Tal vez me toque inventar un nuevo lugar al que llegar, caminando solo, sin rumbo, para reencontrarme en cada giro de guion, en cada caída, en cada reinvención de mí mismo. Un nuevo intento de renacimiento, una llama que se enciende en la más absoluta oscuridad.

Aun así, he aprendido a convivir con mis luces y también con mis sombras, y he optado por bautizarlas, por darles su sitio e invitarlas a café. Al final, son ellas las que me susurran, las que eligen, de aquí y de allá, los hilos que van tejiendo mi tela de araña. Son ellas las que me empujan a escribir, a revolotear por los años caducos, a gritarle al papel las cosas que no me atrevo a decir en voz alta, o a sobrevolar la papelera una y otra vez cuando la intención se viene abajo.

También es cierto que la lucha no siempre es violenta. A veces, se trata solo de resistir, de no dejar que la marea arrastre lo poco que queda de ese pedazo de mí que todavía sigue soñando, que aún sigue creyendo, a pesar del ruido a mi alrededor, que un simple acorde puede romper el silencio y hacer que la magia cumpla su función.

Y cuando cualquier movimiento pesa más de lo normal, cuando el mundo me pide más de lo que tengo, cierro los ojos y me dejo llevar por ese instante en el que las palabras buscan el mar en el cauce de un río desbocado, como un grito que quiso ser canción.

Quizás nunca llegue a tener todas las respuestas, pero mientras escribo, mientras siento, sé que aún sigo aquí, aferrado al milagro cotidiano que lucha por no firmar la rendición.



Pd:

La vida no siempre
 nos da las respuestas, 
pero sí preguntas 
que no dejan 
de resonar, 
porque escribir es 
un acto de rebeldía 
contra el silencio, 
una forma de 
recordarle al tiempo
 que, aunque 
pueda con nosotros, 
no nos vencerá...












02 enero 2025

CRUEL PERFECCIÓN

 

  






  No dejo de sentir una profunda lucha interna al convivir con mis propios demonios mentales, donde exploro la incertidumbre de mi trayectoria, anhelando la perfección que percibo tan inalcanzable como esencial.

   Viviendo en un constante pasaje de contradicciones, cuando el deseo de encontrar orden en medio del caos, es la búsqueda del ideal en una realidad que parece resistirse, constante e inevitable enfrentamiento conmigo mismo.


   Acaricio las sombras que se aferran a mis pensamientos, siluetas que gritan entre susurros, maceradas por las dudas y certezas que jamás se reconciliaran, en cada paso, un reflejo de mi propia disonancia, un intento por trazar el rumbo en un mapa imaginario.

   Cultivo los demonios que se instauran en mi cabeza, descubro la ambigüedad que atesoran mis pasos, es la cruel perfección nunca habilitada y jamás encontrada.


   Y mientras avanzo, sigo sembrando esa cruel perfección que solo existe en mi cabeza, esa búsqueda que me define y también me consume, porque al final, descubro que no es el destino lo que busco, sino los pasos eternos que doy en el vacío de mis pensamientos.

Pd:
No dejo de pensar
en la cruel perfección
 instaurada en mi cabeza...