
Si quieres, puedo prestarte
un pedacito de luna,
ese que guardé cuando era niño,
y que desde entonces
conservo con cariño.
Nunca dejé de pensar en encontrar
la verdadera sabiduría
de no saber qué contar,
cuando una simple mirada
dice tantas cosas
que no hace falta nada más...
No dejes de jugar... nunca...
si dejas de hacerlo, perderás
al niño que llevas dentro,
el único que te hará entender
que no todo en la vida se limita
a un triste saludo...
No puedo dormir...
la ventana sigue abierta.
Afuera, ruido...
la de un grillo que repite
su monótona melodía.
Dentro, calma...
demasiada calma,
pero no por ello
se me quitan las ganas
de ver estrellas.
Si no las veo, será
porque no me las enseñas,
porque hoy las pude ver
a plena luz del día...
Pero si quieres dejarlo,
no me siento
con ganas de convencerte,
aunque me gustaría.
Es tu decisión, y no tengo,
ni sé si tendré algún día,
la complicidad
de pedirte que
no abandones... mi realidad,
la que sigue
girando a mi alrededor...😊
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