Son malos tiempos, en la cabeza demasiado alboroto, en el corazón demasiado dolor, no soy ni buena ni mala compañía, en realidad, no soy compañía.
Me resisto, pero la caída sigue su camino, no quiero arrastrar a nadie al vacío, siempre me costo sacar al exterior mis llantos, mis gritos y mis vergüenzas.
Y heme aquí, distrayendo esta pagina en blanco, musitando excusas y relatando mi esquizofrenia al pie de la letra, tratando de envalentonar mis propósitos.
Siento la extirpación mal intencionada de mi percepción de lo infinito, descubro insolente mi capacidad mermada de sobre volar mis limitaciones, aunque solo sea a ras del suelo.
Siempre dejamos esos cabos sueltos que tarde o temprano te piden cuentas, rutina de muchos años que te recuerdan, el estar respirando bajo la amenaza de sucumbir a tus propios ataques de ansiedad.
Disculpando la incompatibilidad de mis pensamientos, araño el sentido incomprendido, la sustancia del regocijo, la impasibilidad de lo acontecido, supurando males ajenos.
Revuelto de pensamientos que intentan dejar de respirar, sin ánimos de terminar, solo por comenzar de nuevo a reescribir el guión, intentando no volver a pecar de inocente.
Me resisto, pero la caída sigue su camino, no quiero arrastrar a nadie al vacío, siempre me costo sacar al exterior mis llantos, mis gritos y mis vergüenzas.
Y heme aquí, distrayendo esta pagina en blanco, musitando excusas y relatando mi esquizofrenia al pie de la letra, tratando de envalentonar mis propósitos.
Siento la extirpación mal intencionada de mi percepción de lo infinito, descubro insolente mi capacidad mermada de sobre volar mis limitaciones, aunque solo sea a ras del suelo.
Siempre dejamos esos cabos sueltos que tarde o temprano te piden cuentas, rutina de muchos años que te recuerdan, el estar respirando bajo la amenaza de sucumbir a tus propios ataques de ansiedad.
Disculpando la incompatibilidad de mis pensamientos, araño el sentido incomprendido, la sustancia del regocijo, la impasibilidad de lo acontecido, supurando males ajenos.
Revuelto de pensamientos que intentan dejar de respirar, sin ánimos de terminar, solo por comenzar de nuevo a reescribir el guión, intentando no volver a pecar de inocente.
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