Sobre su piel olvidó la sequedad de la agonía, el susurro del primer respiro y la perpetuidad de la extinción, organizó los detalles, ordenó la distancia y diluyo el yugo de la imposición ante tanto tiempo de espera, al fin desahuciada de entre las piedras amontonadas, a través del camino intentando tocar el calor divino, las velas sombreaban la calidez de la demora e iluminaban por dentro la exitación de la estancia, idealizada ante el reencuentro soñado, mientras sucumbía a la algarabía del roce de la rebeldía, ligera brisa jugando con los visillos de las ventanas, mirando de reojo, esperando que el jardín reverdezca y por fin llovizne tantos deseos cumplidos en su corazón, como jamas hubiese podido imaginar, sobre su piel esos abrazos que saben a tan poco, sobre sus labios esos besos que tanto deseaba compartir, un loco mas esperando poner la luna bajo los pies de alma que complementa su ser...
La mirada perdida y la garganta cansada, lamentándose de no poder tragar la soledad que deparó su despertar, un buen día, sin darse cuenta, pero sufriendo la nada bajo la piel, se reencontró con sus sueños adormecidos, susurrando promesas de papel, desplegando el tiempo a intervalos despreocupados, en el corazón la miel y en el alma, el tropel acelerado macerando la hiel, la mirada perdida, indiscreta la almohada que a sabiendas de la oscuridad, no deja de reflejar la necesidad de poder contar su verdad. Pd : Bueno y malo se fusionan al despertar...