Se dejo llevar por el calidoscopio de la felicidad, por las mil formas de encontrar sentido al palpitar de su razón, entre lo real y lo soñado en tumultuosas noches en soledad, donde catapultar tantos sentidos en su vida junto a ella, formaba parte de su respirar, sin articular palabra se dejo llevar por el momento, por los detalles que arañaban el lugar donde quería estar, apostado en su regazo, entre sollozos consolados, en la potestad de hacer creíble su felicidad, donde el calor de su corazón le otorgaba el acceso total hacia la eternidad, nada mas gratificante que pasear por los limites del infinito, para creerse dueño de los sueños translúcidos, de los vidrios opacos, de los diálogos manuscritos, de las parcelas acotadas en los rincones de alma y el brillo de sus ojitos circunscritos, se dejo llevar compartiendo la astronomía de los besos de su boca, por la luz explicita del amor que le provoca...
La mirada perdida y la garganta cansada, lamentándose de no poder tragar la soledad que deparó su despertar, un buen día, sin darse cuenta, pero sufriendo la nada bajo la piel, se reencontró con sus sueños adormecidos, susurrando promesas de papel, desplegando el tiempo a intervalos despreocupados, en el corazón la miel y en el alma, el tropel acelerado macerando la hiel, la mirada perdida, indiscreta la almohada que a sabiendas de la oscuridad, no deja de reflejar la necesidad de poder contar su verdad. Pd : Bueno y malo se fusionan al despertar...